Cultura
Ver día anteriorViernes 5 de febrero de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Dieron a conocer Sin amores, obra a cargo de Alfonso Herrera, experto en el prócer cubano

Por primera vez, recopilan en un libro la poesía juvenil escrita por José Martí en México
 
Periódico La Jornada
Viernes 5 de febrero de 2010, p. 5

El prócer cubano José Martí tenía 22 años cuando vino por primera vez en México, donde vivió entre 1875 y 1877. Durante su estancia escribió una serie de poemas en distintos periódicos y revistas que ahora se reúnen por primera vez en un libro, Sin amores, coeditado por el Centro de Estudios Martianos, de La Habana; la Universidad Intercultural, de Chiapas, y la Universidad de Guadalajara.

Alfonso Herrera Franyutti, especialista en la vida y obra de Martí, se ocupó de recopilar y ordenar los poemas para el volumen, de cuyo prólogo también es autor.

Sin amores fue presentado la noche del miércoles en el Centro Cultural José Martí, como parte de las actividades conmemorativas del 157 aniversario natal del prócer cubano, que se cumplió el pasado 28 de enero.

Al acto asistió el embajador de Cuba en México, Manuel Aguilera de la Paz. Los comentarios estuvieron a cargo del propio Herrera Franyutti, de la poeta Raquel Huerta Nava y de Mario Alberto Nájera, profesor de la cátedra José Martí en la Universidad de Guadalajara.

Si bien, dijo Herrera Franyutti, la imagen predominante de Martí es la del héroe, el patriota, el escritor, el periodista o el poeta de obras plenamente reconocidas como Ismaelillo y Versos sencillos, no podemos olvidar al poeta que dejó en México huella de su poesía juvenil, no por ello menos significativa.

A pesar de que Martí dio instrucciones expresas de que no se editara nada anterior a sus poemarios más importantes, Herrera Franyutti desacató el deseo del cubano al considerar que su poesía de aquellos años es anticipatoria de su poesía mayor y está a la altura de los poetas mexicanos del momento romántico que se vivía en México, y quien le inspira algunos de sus primeros versos fue nada menos que Rosario de la Peña y Llerena, la mujer por cuyo amor –cuenta la leyenda– se suicidó el poeta Manuel Acuña.

Raquel Huerta Nava habló del ambiente cultural y político en que se desenvolvió Martí durante aquella primera estancia en México, procedente de Nueva York después de un periodo de exilio en España. Al llegar se encuentra con la noticia de la muerte de su hermana Ana, hecho que inspira el poema Mis padres duermen.

Como hizo Herrera Franyutti, Huerta Nava resaltó la relación de José Martí con la flor y nata de la intelectualidad mexicana de la época: Miguel Lerdo de Tejada, Ignacio Manuel Altamirano, Ignacio Ramírez, El Nigromante, Francisco Zarco, Vicente Riva Palacio, Antonio Plaza, Juan de Dios Peza, el cubano Manuel Santacilia, yerno de Benito Juárez, fallecido unos años antes.

Sus vínculos con estos verdaderos monstruos de la cultura y la política, la poderosa influencia de estos veteranos de la guerra de Reforma que combatieron, sangraron, escribieron, vieron morir amigos y enemigos, fue decisiva en la formación intelectual y política del joven Martí, el mismo que escribió apasionados poemas de amor para distintas mujeres con las que se relacionó en esa época.

Éste es el joven retratado en la antología preparada por Alfonso Herrera Franyutti, importante para entender al Martí fundamental que va a ser y que es el que ahora nos convoca.

Vigencia de un pensamiento

Mario Alberto Nájera, por su parte, dio lectura al texto incluido en Sin amores a manera de presentación: Son los poemas de José Martí en su tiempo mexicano y están aquí reunidos en un solo volumen por primera vez.

Estos versos, “aunque estuvieron siempre en la Obras completas y ahora en la espléndida Edición crítica de las Obras Completas, no habían sido separados de ese corpus y publicados juntos hasta hoy”.

Último en intervenir, el embajador Aguilera de la Paz sostuvo que este libro es quizá el mejor homenaje que se podía hacer a Martí en el 157 aniversario de su nacimiento; tiene un valor extraordinario no sólo porque es de Martí o sobre Martí, sino porque cualquier cosas escrita sobre José Martí o por Martí, ilumina, tiene un valor intrínseco.

Con la fuerza de su ejemplo y de su pensamiento, agregó, es capaz de arrastrar tras de sí a pueblos enteros en ese tortuoso y difícil camino hacia la conquista de la justicia y la felicidad que es la historia humana.

Aseguró el diplomático: No hubo un solo tema importante del que Martí no escribiera algo, y sorprende porque parece que lo escrito a finales del siglo XIX hubiera sido escrito ayer, hoy, para mañana, para el presente.