Exige destituirlos; el presidente municipal ordena investigación
Jueves 4 de febrero de 2010, p. 31
León, Gto., 3 de de febrero. Merle Hernández Estrada, estudiante de derecho de la Universidad Iberoamericana, exigió al alcalde Ricardo Sheffield Padilla, panista, que castigue a los cinco policías que le sembraron droga, la golpearon y la exhibieron semidesnuda en julio de 2008, pues aún la acosan.
Se paran frente a mi casa, en mi negocio de flores, y me ven intimidatoriamente, me asustan. El daño que me hicieron es irreversible
, afirmó la joven.
El 14 de enero de 2009, la Procuraduría de los Derechos Humanos de Guanajuato recomendó al entonces alcalde Vicente Guerrero Reynoso que sancionara a los policías Alejandro Emmanuel Cifuentes Narváis, Ana Laura Correa García, Carlos Alejandro Aguiñaga Lango, Julio César Serrano Moctezuma y Oliverio Cortés Hernández por vejar a Merle.
El 24 de julio de 2008 los agentes arrancaron la blusa de la estudiante y la dejaron en sostén cuando intentaron detenerla supuestamente por escandalizar en la vía pública. La universitaria denunció que fue golpeada y se le consignó por posesión de mariguana y cocaína.
En los separos le tomaron fotografías semidesnuda, y la coordinación de comunicación social de la policía las distribuyó entre medios de comunicación.
La sanción que impuso el ex alcalde panista a los cinco policías que golpearon, vejaron y exhibieron a la estudiante consistió en una amonestación por escrito, en la que se instó
a los agentes a no cometer otra falta.
Durante el miércoles de atención ciudadana en la presidencia municipal, Hernández Estrada presentó al edil la resolución del tercer tribunal unitario que la absolvió de la supuesta posesión de enervantes.
En este proceso gasté unos 300 mil pesos en abogados, y perdí el tercer semestre de la carrera. Sólo quiero que retire a estos policías de sus puestos. Así como me golpearon y me pusieron droga, lo han hecho con otras personas. Sólo fabrican criminales
, acusó Hernández Estrada.
Agregó que en agosto de 2008 denunció a los policías por lesiones, robo y vejaciones; sin embargo, el Ministerio Público archivó la averiguación previa.
Durante unos 30 minutos la universitaria narró su historia a Ricardo Sheffield, quien ordenó a la dirección de asuntos internos abrir un expediente.