Bagdad, 23 de enero. Los marines estadunidenses terminaron hoy su misión en la occidental provincia iraquí de Al Anbar y su salida pone fin a siete años de presencia de ese cuerpo en Irak, tras la invasión del 20 de marzo de 2003.

Los militares en esta provincia, ex bastión de la insurrección, no serán remplazados, con lo que concluye el despliegue del cuerpo de los marines en Irak, señaló un comunicado.

“Hoy es el último capítulo de la fuerza expedicionaria de los marines en Irak y Al Anbar”, afirmó el general Terry Wolff, quien asumió ahora el comando militar de la provincia, citado en el texto.

La ceremonia tuvo lugar en Ramadi, donde hubo algunas de las batallas más feroces de la guerra por la invasión estadunidense.

Este repliegue representa el inicio de una retirada acelerada de todos los cuerpos militares estadunidenses, que se prevé concluya el 31 de agosto de este año.

Si todo continúa conforme al plan, los infantes de marina que quedan serán seguidos por decenas de miles de soldados estadunidenses en los próximos meses.

Unos 115 mil militares estadunidenses están actualmente operando en Irak y Estados Unidos espera mandarlos a Afganistán.