Transgrede Calderón el Acuerdo Nacional en Favor de la Economía y el Empleo, acusa
no pueden llamarse diálogo constructivo, sostiene Beltrones
Jueves 7 de enero de 2010, p. 4
La sociedad espera que el presidente Felipe Calderón cumpla la promesa que hizo hace un año en el Acuerdo Nacional en Favor de la Economía Familiar y el Empleo, en el que se apunta que una de las acciones sería el congelamiento de precios de las gasolinas y la reducción del precio del gas en 10 por ciento durante todo 2009, sostuvo el coordinador de los senadores priístas, Manlio Fabio Beltrones.
Ese acuerdo, agregó, fue firmado por todos los niveles de gobierno; por el federal fue incluido el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont.
Es un hecho que los recientes incrementos a las gasolinas transgreden ese compromiso
, aseveró el priísta, quien la víspera acusó a Felipe Calderón de ser un presidente que no escucha
, declaración que ayer Gómez Mont calificó de infantil
.
También en conferencia de prensa, Beatriz Paredes, dirigente nacional priísta, respondió al titular de Gobernación: llenar la política de calificativos no es el mejor camino para el país
.
En un comunicado, Beltrones insistió en que, contra la palabra de Calderón, antes de concluir 2009 se impusieron aumentos de manera sigilosa
, durante el periodo vacacional, sin explicación suficiente sobre las causas, a pesar del exhorto realizado por la Comisión Permanente el 22 de diciembre de que no hubiera alzas.
Como respuesta, el Congreso recibió un nuevo incremento a las gasolinas. A eso no se puede llamar un diálogo constructivo, y ante ello, nadie se puede llamar a ofensa por hablar con la verdad
, añadió el legislador.
Aseveró que los ciudadanos esperan que el Presidente muestre mayor sensibilidad frente a los consumidores, en una etapa especialmente difícil para la economía de las familias.
Beltrones negó que el PRI condicione la aprobación de la iniciativa de reforma política que envió Calderón al Congreso.
Simplemente observamos que la adopción de medidas unilaterales y sorpresivas que afectan severamente la economía familiar nos hace dudar de la conveniencia de incrementar las facultades del Ejecutivo federal, sin el debido contrapeso del Congreso.