Con el objetivo de convertirse en una institución sustentable, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) impulsa el proyecto Ecopuma, con el que se pretende ahorrar y mejorar el consumo de agua y energía, tratar y reducir los residuos y contaminantes, además de incorporar la conciencia ambiental en todas las carreras universitarias, a fin de enfrentar los problemas en la materia que tiene México.

Mireya Ímaz Gispert, coordinadora del Programa Universitario de Medio Ambiente (PUMA), indicó que se trata de sumar esfuerzos para que todos los universitarios participen en el proyecto. El cuidado del medio debe ya ser ya parte de los objetivos de la UNAM, de cómo opera y qué enseña. Se trata de un asunto de responsabilidad social.

Informó que Ecopuma contempla el manejo de agua, energía y residuos; incremento y cuidado de áreas verdes; construc- ción sustentable; compras verdes (adquisición de materiales con menor impacto ambiental) y el impulso a la administración electrónica, esto es, reducir el uso de papelería en trámites y otras operaciones.

El proyecto pretende incorporar la dimensión ambiental a todas las currículas impartidas por la institución. A estas alturas del nuevo siglo ya no se puede seguir formando profesionistas que no tengan claridad sobre las limitaciones del sistema natural para albergar el desarrollo económico. El planeta no es infinito. Tenemos que desarrollar ingenieros, agrónomos, abogados, economistas, médicos, biólogos y politólogos con visión ambientalista.

La investigadora señaló que uno de los objetivos es generar ahorros de 50 por ciento en el consumo de agua potable, con el remplazo del mobiliario y equipo en sanitarios y otros espacios; disminuir el gasto de energía eléctrica mediante el uso de tecnología y el aprovechamiento de la luz solar; realizar compras verdes; mejorar el sistema de separación de residuos sólidos; ampliar las áreas verdes; incentivar entre los universitarios el uso de medios de transporte no contaminantes y ampliar la capacidad de la planta de composta de Ciudad Universitaria.

Uno de los primeros pasos será realizar un diagnóstico de todas las entidades de la máxima casa de estudios –en el que participarán un académico y un trabajador administrativo por campus– para conocer la situación de cada una de ellas, desde qué punto partir y establecer los objetivos generales para los siguientes cinco y 10 años.