Piden exigir ante embajadas de EU una reforma en favor de 12 millones de indocumentados
Sábado 2 de enero de 2010, p. 19
Nueva York, 1º de enero. Estudiantes inmigrantes latinoamericanos iniciaron hoy el Camino de los Sueños, una caminata de casi 2 mil 500 kilómetros de Miami a Washington DC por la dignidad de su comunidad con la demanda de una reforma migratoria para finalizar con la separación de familias, las deportaciones y la vida infrahumana en las sombras para más de 12 millones de indocumentados.
Vamos a caminar para compartir nuestras historias a escala nacional y con el mensaje de poner fin a la separación de las familias y el sufrimiento
, comentó Juan Rodríguez, uno de los participantes, quien llegó desde Colombia a los seis años junto con su familia, en entrevista telefónica con La Jornada desde Miami cuando se preparaba la salida.
Creo que la gente desea libertad, libertad económica, libertad política, pero ocurre lo contrario aquí: estamos viviendo en las sombras. Con esta caminata estamos anunciando que estamos saliendo de las sombras. Sabemos que corremos un riesgo (ser detenidos y hasta deportados, ya que varios son indocumentados y pasarán por zonas antimigrantes), pero ya no queremos vivir más en el miedo
, afirmó a La Jornada Felipe Matos, otro participante, de 24 años de edad, quien llegó a este país de Brasil hace 10 años.
Los cuatro participantes que se han comprometido a caminar todo el tramo son estudiantes activos en movimientos de defensa de los inmigrantes. Además de Juan y Felipe, Gabriela (Gaby) Pacheco, de Ecuador, y Carlos Roa, originario de Venezuela, caminarán por Florida, Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte y Virginia para llegar a Washington el primero de mayo, donde esperan sumarse a miles de inmigrantes que realizarán una manifestación, para marcar una fecha que se ha convertido en el día de los inmigrantes por las movilizaciones que se han realizado en años recientes.
A su paso por pueblos y ciudades realizarán foros y reuniones para intercambiar historias y generar solidaridad, mientras otros estudiantes –migrantes, religiosos, sindicalistas, organizadores comunitarios y simpatizantes– se sumarán para acompañar por trechos a los cuatro estudiantes.
Varios de ellos, que enfrentan situaciones difíciles por ser indocumentados, y otros legales
que tienen a familiares o compañeros en esas circunstancias, originarios de México, Centroamérica y otros países, se han comprometido a acompañarlos en las diferentes etapas del largo viaje.
La iniciativa surgió de la organización Estudiantes Trabajando por Derechos Iguales (Students Working for Equal Rights, SWER) en asociación con la Coalición de Inmigrantes de Florida y agrupaciones nacionales que promueven una reforma migratoria integral.
Esperan gozar de la solidaridad de otros estudiantes y asociaciones de defensa de los inmigrantes de todo Estados Unidos, como también en otros países.
Casi todos comparten la suerte de cientos de miles de egresados de preparatoria que cada año enfrentan la imposibilidad de continuar sus estudios universitarios por su condición migratoria. Muchos llegaron niños y han vivido aquí la mayor parte de sus vidas.
Entre las iniciativas legislativas pendientes está la propuesta Ley Dream, que si fuese aprobada otorgaría legalización condicional a estudiantes a cambio de completar sus carreras universitarias o dos años de servicio militar.
Los cuatro que iniciaron la caminata hoy tienen carreras estudiantiles estelares, y algunos están entre los mejores 20 estudiantes de Florida; otros han ocupado los más altos puestos estudiantiles, pero dicen que todo eso parece valer nada ya que se les impide, junto con millones más, poder proseguir con sus estudios.
Yo llegué a los seis años con mi familia desde Colombia. Mis padres deseaban llevarme a un lugar seguro y con más oportunidades ya que la situación era peligrosa con 33 por ciento de los secuestros del mundo. Trece dormíamos en una casa de dos recámaras y todos trabajaban duro como limpiadores y vendiendo agua y flores para que yo pudiera estudiar, y estuve entre los primeros cuatro de una generación de 500 en mi clase
, comenta Juan.
Pero todo eso parece que no importa, ya que en este país sin papeles uno es nada, peor aún, es un criminal. Veías como todos los demás compañeros de mi clase sí iban a las universidades. Me sentí aislado, solo
, afirma.
Juan agrega que entré en 2007 al movimiento pro migrante. Pero parece que sólo hemos estado en un círculo, repitiendo las mismas acciones y con la misma gente
, señala sobre las presiones a políticos, peticiones, marchas y vigilias que el movimiento ha realizado para lograr un cambio en las leyes migratorias de Estados Unidos.
Por eso decidimos caminar a Washington para compartir nuestras historias con todos los que encontremos en el camino
, e intentar generar mayor solidaridad y animar acciones a escala nacional.
Felipe llegó de Brasil a los 14 años, y cuenta que todos comparten la típica historia migrante
con familias entregadas al duro trabajo para que sus hijos tengan un mejor futuro. Pero bajo las leyes actuales, todo eso queda anulado, y con nuestras muy diversas historias todos tenemos una misión común: sacar a 12 millones de indocumentados de las sombras
. Concluye que esto no es sólo un asunto migratorio, es un asunto de dignidad humana
.
Añade que también están solicitando la solidaridad internacional. Lo que piden por ahora es que la gente de otros países marchen a las embajadas de Estados Unidos en sus capitales para apoyar esta iniciativa, tomen una foto y la envíen al sitio de Internet que se ha establecido para esta marcha.
El sitio también tendrá información al día sobre la caminata, además de blogs, fotos y hasta videos en vivo, lo cual se puede ver en www.trailofdreams.net. También hay información sobre ésta y otras iniciativas en el sitio de SWER, en http://swer.org/.