Sociedad y Justicia
Ver día anteriorSábado 26 de diciembre de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Menos de una hora, tiempo de espera

Fluida, la atención de urgencias en el IMSS
 
Periódico La Jornada
Sábado 26 de diciembre de 2009, p. 27

Infartos al miocardio, descompensación por diabetes y presión arterial elevada son algunas de las enfermedades que aun en Navidad, obligaron a las personas a ir a las áreas de urgencias de los hospitales del Seguro Social. Aunque en el regional número 1, Gabriel Mancera, ayer la sala de espera estaba llena, adentro los pacientes no eran muchos, según comentaron algunos de quienes fueron dados de alta.

La mayoría de los enfermos salía en menos de una hora desde su llegada. Apenas daban sus datos en la ventanilla de recepción y cumplían con el trámite de solicitar la comprobación de su vigencia de derechos en el archivo, el enfermo ingresaba casi de manera inmediata.

Tal vez adentro esperen un poco, pero ahí ya están los médicos, comentó Susana, quien había llevado a su mamá con la presión alta. “Tenía un dolor de cabeza muy fuerte, insoportable –dijo–, y como no se le quitaba nos vinimos para acá”.

De todo se veía ayer por la tarde en ese nosocomio. Desde personas que todavía portaban el gorro navideño y esperaban noticias de sus pacientes, hasta aquellos que con dificultad contenían las lágrimas mientras verificaban que el acta de defunción de su familiar tuviera los datos completos y correctos.

Casi al mismo tiempo que éstos salían, se escuchó la sirena de una ambulancia de la Cruz Roja. Adentro venía un señor de 69 años con un infarto al miocardio en curso. De inmediato lo ingresaron al área de choque y alrededor de 10 minutos después llegaron la esposa y su hijo para proporcionar los datos del derechohabiente. “Vamos para largo –informó el joven por el celular–, aunque dicen que ya salió del paro cardiaco”.

Junto a él, Francisco esperaba la hoja de alta de su hijo de 12 años de edad, quien a causa de la parálisis que sufre desde su nacimiento, acumula flemas que generalmente sus papás le extraen. Pero en época de frío, el problema se agudiza y necesitan la ayuda de los médicos.

Por eso desde el pasado miércoles Francisco y su esposa han tenido que llevar al pequeño todos los días. Dicen que no es necesario hospitalizarlo. Por eso hemos venido diario y, como hoy, en menos de una hora ya nos vamos, comentó el señor.

En cambio, para los afiliados del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), adscritos al hospital general de zona Los Venados, la espera fue –como siempre– de alrededor de una hora. No sé si sea grave y claro, por mí no habría venido, pero el dolor es muy grande. Me duele la espalda como si tuviera clavado un fierro. No puedo moverme, comentó Joaquín mientras esperaba ser llamado.

Aun así, pudo jactarse de su buena suerte, porque pasó con el médico apenas un poco antes del cambio de turno del personal. Alrededor de las 15 horas se detuvieron las consultas, mientras ingresaron los trabajadores del turno vespertino, se dieron los abrazos y recibieron de sus compañeros los expedientes de los pacientes en observación. Unos 40 minutos después se reanudó el servicio.