A punto de concluir 2009, el programa de renovación vehicular (o chatarrización), lanzado a mediados de año por el gobierno del presidente Felipe Calderón para apoyar a la industria automotriz, sólo cumplió con 25 por ciento de la meta fijada originalmente.

Cuando fue anunciado, en julio pasado, las autoridades plantearon la renovación de 33 mil vehículos mediante el subsidio de 15 mil pesos a los propietarios de automóviles viejos que accedieran a chatarrizarlos, a cambio de adquirir una unidad nueva para así reactivar la industria, afectada por la crisis económica y el desplome de la exportación de coches hacia Estados Unidos, pero al final el presupuesto para el plan incluyó a 16 mil 666 automotores.

El reporte más reciente de la Secretaría de Economía sobre el programa indica que hasta el 18 de diciembre se han vendido 8 mil 538 automóviles nuevos, a cambio de igual número de autos viejos que fueron destruidos.