La Arquidiócesis de México reprobó la cascada de aumentos en impuestos, derechos y servicios aprobados la víspera por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y reclamó al gobierno local respuestas por el paquete impositivo, cuyas alzas son verdaderamente arbitrarias, injustas y abusivas y generarán en la capital del país mayor pobreza.

La Iglesia católica local recriminó, por ejemplo, el aumento de hasta 620 por ciento al agua, cuando sabemos bien que el principal problema no es el consumo, sino la pésima condición de la infraestructura que provoca que la mayor parte del líquido se desperdicie en fugas, y sin que el gobierno capitalino invierta en ello, optando, por darle al pueblo pan y circo con pistas de hielo, árboles gigantescos de Navidad y conciertos callejeros.

En un comunicado, cuestionó si el PRD podrá explicar a la sociedad su esquizofrenia, debido a que en el Congreso de la Unión sus legisladores no cesaron de “vociferar en contra de los impuestos aprobados para 2010, que son nada comparados con el atraco cometido por la ALDF contra los habitantes de esta ciudad, de por sí agobiada por el desempleo, la delincuencia y la falta de servicios.

¿Será que necesitan más dinero para sostener el escandaloso presupuesto de los diputados locales, que sólo sirven para aprobar leyes criminales como la del aborto; inmorales como las bodas homosexuales; e injustas como la adopción de parejas del mismo sexo?