Clara Brugada aseguró que con su administración Iztapalapa dejará de ser el reino de las despensas que durante nueve años predominó, para convertirse en el territorio de izquierda más grande del país, donde la prioridad será la atención a la gente, con una política social enfocada a los adultos mayores y los jóvenes.

A tres días de asumir el cargo como jefa delegacional luego de un polémico proceso que culminó con la salida de Rafael Acosta Ángeles, señaló que para ella el capítulo de Juanito ya está cerrado. Ya no queremos ni siquiera hablar de eso, me parece que está en su derecho de hacer lo que quiera, nosotros vamos a trabajar, y la mejor manera para enfrentar lo que pueda venir es hacer un excelente ejercicio de gobierno. Y ese va hacer nuestro reto, apuntó.

En entrevista, anunció que partir de hoy iniciará la restructuración en la demarcación, que gobernará coordinada con el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard.

Explicó que comenzará el proceso de entrega-recepción de la administración, anticipó la remoción de funcionarios y la integración de un nuevo gabinete que estará listo a finales de la semana, mientras que paralelamente se comenzarán a activar los programas sociales y un plan de trabajo con el gobierno capitalino, cuyos detalles se darán a conocer hoy con la presencia de la mitad de los integrantes del gabinete.

Vamos a hacer trabajos conjuntos que van desde el rescate integral del corazón de la delegación, como la rehabilitación de la avenida Ermita Iztapalapa, los ejes 5 y 6, solución a los taponamientos viales, mejoramiento de la imagen urbana, la creación de corredores culturales, campañas de salud con énfasis en la atención a la mujer, que tienen como propósito eliminar el rezago histórico que se vive en la demarcación, refirió.

La jefa delegacional de Iztapalapa, Clara Brugada, durante la entrevista con La JornadaFoto María Meléndrez Parada

Dijo que luego de nueve años en los que el eje de la política fundamentalmente fue acumular poder por parte de una corriente, es momento de que la prioridad sea la gente, pues si alguna enseñanza dejó el caso Iztapalapa es que las delegaciones no deben ser brazos políticos de ningún grupo.

Tenemos que poner en el centro a la gente, y transformar a la delegación en prioridad para hacer que haya un cambio profundo no sólo en la imagen, sino también en la manera de gobernar y en cómo se administran los recursos públicos, apuntó.

En ese sentido, dijo que el agua, la seguridad pública y la salud serán temas cruciales en su administración, sin dejar de lado una nueva generación de programas sociales universales, en los que se privilegiará el apoyo a los adultos mayores los jóvenes y las familias de escasos recursos.

No obstante, advirtió que las cosas no serán fáciles, pues al tratarse de una demarcación con más de 2 millones de habitantes, que jugará un papel fundamental en las elecciones de 2012, será blanco de más ataques de la derecha, pero si hacemos un buen gobierno y mantenemos el respaldo popular, no podrán contra nosotros, confió.

Vamos a hacer un gobierno hostigado políticamente, que estará vigilado con lupa, que van a tratar de denostar, pero todo lo que implique vigilancia y escrutinio, bienvenido, expresó, tras señalar que ha habido una desmesurada e inexplicable reacción en contra de que sea la jefa delegacional en Iztapalapa, cuando lo único que hicieron tanto Andrés Manuel López Obrador como Marcelo Ebrard fue simplemente ser sensibles a la voluntad popular.