A su crisis interna, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) sumará una merma financiera de 36 por ciento por disminución de sus prerrogativas –según información de su secretaría de organización–, a consecuencia del retroceso electoral sufrido en los comicios de julio pasado, que lo orillará a imponer una política de austeridad después de su congreso refundacional que realizará esta semana.

La propuesta, elaborada por la secretaría de finanzas, y dada a conocer por la de organización, plantea una disminución de personal similar a la reducción presupuestal, y habilitar los inmuebles con que cuenta el partido en diversas partes de la ciudad de México, incluido el de la glorieta Insurgentes –comprado durante la gestión de Rosario Robles, y que implicó un fuerte adeudo para el perredismo–, para dejar de pagar la renta de 800 mil pesos mensuales que implica el actual edificio de la avenida Benjamín Franklin.

Además, reducir gastos operativos como viáticos, equipos de computación, quitar los 5 mil pesos que por concepto de rembolso reciben mensualmente los integrantes del secretariado, así como los mil pesos de vales de gasolina con que se beneficiaban en ese mismo periodo.

El plan de austeridad, que se espera sea aprobado en el congreso nacional, contempla además reducir el presupuesto de los comités estatales; fusionar secretarías y eliminar la Comisión Política Nacional, cuyos integrantes reciben, cada uno, más de 30 mil pesos de salario. De igual manera, cancelar de la nómina a personal que trabaja fuera del partido, ya sea en el Congreso de la Unión o exclusivamente para corrientes.

Integrantes del sindicato perredista calcularon que el personal político duplica la plantilla sindicalizada (200, según el gremio, 300 de acuerdo con la secretaría de organización). Lo cierto es que los miembros del secretariado reciben mensualmente 50 mil pesos para gastos de su personal. Los pueden erogar y distribuir como quieran. Todo para uno o dividirlo entre tres, cinco, cuatro, 10, según sus prioridades.

Se explicó que uno de los puntos que se discutirán tiene que ver con comunicación social. Hay dos equipos: uno que se dedica exclusivamente al presidente nacional, Jesús Ortega, que opera en el octavo piso del inmueble de Benjamín Franklin, y otro en el primero, que se supone es el institucional y está en manos de la corriente Nueva Izquierda.

La propuesta –al calcularse una disminución mensual de 6 millones de pesos en las prerrogativas del partido– incluye distribuir a los perredistas en los edificios de Monterrey 50 y en el de la glorieta Insurgentes, que costó 50 millones de pesos y nunca fue remodelado, por lo que presenta un alto deterioro físico, prácticamente de abandono, en sus 14 pisos. En la actualidad se utiliza para hacer paquetería electoral.

También está el de la calle de Odontología, donde se ubica el Instituto de Estudios de la Revolución Democrática, y en la calle Refinería, el Instituto de Formación Política; en la calle Durango se encuentra el Servicio Electoral, y en la de Bajío, la Comisión de Garantías.

Se considera asimismo reducir gastos en cómputo y luz. En la secretaría de organización se informó que para el congreso refundacional, del 3 al 6 de diciembre, se autorizó un presupuesto de casi 10 millones de pesos, tres de los cuales se aprobaron para la realización de foros y consultas –durante casi tres meses–; dos millones para comunicación y propaganda, y el resto para la realización de los trabajos.

Incluye pago de hospedaje, comida, transportación de casi 2 mil personas: mil 100 delegados, más de 365 consejeros nacionales, más de 160 invitados especiales, más de 160 invitados de consejos estatales, personal operativo, de vigilancia. Incluye el costo que implicará un día de sesión de consejeros nacionales para este miércoles. Cada consejo nacional implica un desembolso para el PRD de aproximadamente 700 mil pesos.

En 2006, el PRD, junto con el Partido del Trabajo y Convergencia, alcanzó una votación de 29.83 por ciento al ir en coalición. El sol azteca se quedó, hechas las asignaciones aritméticas acordadas entre los tres partidos, con un porcentaje de votación de 18.51 por ciento. A las elecciones intermedias de 2009 fue solo y bajó a 13 por ciento. Este año las prerrogativas para el partido fueron de más de 450 millones de pesos.