Los dirigentes de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Cruz López Aguilar, y de la Central Campesina Independiente (CCI), Rafael Galindo Jaime, calificaron de negativo el balance del tercer año de gobierno de Felipe Calderón.

Desempleo, alza de precios de los alimentos, incremento de la población en pobreza y abandono del campo demuestran el resultado de una gestión que no atiende las propuestas de las organizaciones rurales.

La política social del gobierno es un fracaso, se prueba con las propias cifras oficiales que se traducen en 70 por ciento de aumento del desempleo, la frustración por un cambio prometido que no se ha concretado, más de 6 millones de mexicanos en pobreza alimentaria. La administración panista está reprobada, de eso no hay duda, dijo López Aguilar.

Incluso, el titular de Desarrollo Social, Ernesto Cordero, reconoce que en materia de pobreza el país retrocedió a 2005, pues miles de familias sólo realizan dos comidas al día y 2.4 millones de ellas tienen que sobrevivir con menos de 1.25 dólares diarios.

Además, las importaciones de los alimentos siguen incrementándose, lo que significa erogar más de 16 mil millones de dólares al año, monto que podría invertirse en el campo mexicano, cuyos agricultores tienen la capacidad para producir esos alimentos.

Rafael Galindo Jaime, dirigente de la CCI, asentó que a Calderón Hinojosa le falta receptividad, pero el país no se puede quedar empantanado ni paralizado cuando lo que se requiere es una restructuración económica, política y social con criterios sostenibles y viables.

Insistió en que debe haber diálogo entre el Ejecutivo y las organizaciones rurales para concretar políticas públicas que retomen todas las propuestas que hasta el momento se han plasmado para mejorar las condiciones del país.

Hay que adoptar acciones para que las políticas públicas sean consensuadas por todos los actores políticos y sociales, y tener en cuenta que los campesinos son la base en el inicio de la recuperación económica, indicó.