En el primer Maratón de Confesiones, organizado por la Arquidiócesis de México y los Caballeros de Colón, cerca de cuatro mil feligreses acudieron a la Catedral Metropolitana para cumplir con ese sacramento y con ello que les fueran perdonados todo tipo de pecados, incluso los reservados al obispo, como el aborto, y que son faltas que automáticamente devienen en excomunión.

Alfredo Martínez, encargado de comunicación de los Caballeros de Colón, señaló en entrevista que la finalidad de este maratón fue facilitar a los católicos de la arquidiócesis llegar al Adviento y la Navidad con el alma limpia. De hecho con esta actividad se promovió que las personas hicieran limpieza general del alma, a fin de que lleguen reconciliados con Dios y consigo mismos.

Desde las 8 de la mañana y hasta las 9 de la noche de ayer, 18 sacerdotes confesaron a los feligreses, los cuales en su mayoría fueron jóvenes. Algunos de más edad reconocieron que llevaban varias décadas sin confesarse. Otros que no lo hacían desde hace 15 a 20 años.

No obstante, Martínez descartó que la confesión sea un sacramento que esté en crisis entre los católicos. El sacramento de la confesión no ha ido a la baja, es muy respetado por los católicos. Si no fuera así no hubiéramos tenido la respuesta que tuvimos.

En cuanto a los pecados reservados al obispo y que determinan una automática excomunión precisó que son seis; tres para los laicos e igual número para los ministros ordenados. Para los primeros está el aborto, atentar contra la vida del Papa y fingir ser sacerdote y celebrar misa. Para los segundos, ser obispo y consagrar a otro obispo sin permiso del Vaticano, violar el secreto de confesión y ser cómplice de pecado.

Martínez apuntó que el próximo maratón será el sábado 21 de febrero, anterior al primer domingo de Cuaresma y descartó que por el momento esto pueda extenderse a otros templos como la Basílica de Guadalupe. Fue sólo en la Catedral, por ser la sede del obispo. Además, litúrgicamente es la madre de todas las iglesias de la diócesis.

Precisó que no existe registro de que en otros países se haya hecho algo similar y agregó que los pecados reservados se pudieron perdonar porque el cardenal Norberto Rivera Carrera dio la licencia respectiva para que se disculparan.