Bruselas, 27 de noviembre. El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, denunció el viernes el desinterés de la Unión Europea (UE) por América Latina y abogó, al término de una visita a Bélgica, por que la cooperación y la cohesión social remplacen el libre comercio como base de las relaciones birregionales.

No hay interés de la Unión Europea por América Latina y las relaciones bilaterales están estancadas, excepto con Chile, México y Brasil, declaró Correa en una conferencia sobre las relaciones entre ambos bloques celebrada en Bruselas, durante el segundo y último día de su visita oficial.

Los lazos regionales adolecen de una inercia preocupante y una lógica de libre comercio que ya fracasó, y eso explica por qué Ecuador se salió del Acuerdo de Asociación entre Bruselas y los países andinos, que con la partida de Bolivia ya sólo incumbe a Perú y Colombia, señaló el mandatario. Criticó que Bruselas limite ese acuerdo a un simple tratado de libre comercio.

Sin embargo, el mandatario se mostró abierto a volver a la mesa de negociaciones si los europeos aceptan reincorporar el diálogo político y la cooperación, siempre y cuando se resuelva el conflicto sobre los aranceles que la UE aplica a la importación de bananos.

Correa trató estos asuntos con el recién designado presidente de la UE, Herman Van Rompuy, y con las autoridades belgas, con las cuales se reunió, entre ellas el líder de los socialistas, Elio Di Rupo, y los presidentes de la Cámara de Representantes y el Senado.

Estimó importante que Europa conozca a los líderes latinoamericanos que son tachados de populistas, pero que en realidad son muy populares en sus naciones. Algunos confunden populismo con popularidad y critican a los gobiernos de Bolivia, Ecuador o Venezuela porque no hacemos lo que desean las elites del país, aseveró.

El mandatario defendió el controvertido proyecto de ley de medios de su país, el cual, resaltó, servirá para acabar con la desinformación de uno de los poderes más impunes en América Latina. No hay libertad de prensa sin responsabilidad, resaltó. Argumentó que la iniciativa evitará que la prensa siga haciendo lo que le dé la gana.

Arremetió contra la prensa europea, especialmente contra el diario español El País, por el triste papel que desempeñó en la crisis entre Quito y Bogotá, provocada por una incursión del ejército colombiano en territorio ecuatoriano en 2008 para atacar un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia al hacernos pasar por cómplices de la guerrilla.