Chilpancingo, Gro. El gobernador de Guerrero, el perredista Zeferino Torreblanca Galindo, calificó de simple delincuente y no un guerrillero al comandante Ramiro, del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) y minimizó las advertencias que hiciera el grupo rebelde de vengar la muerte de su líder fallecido el 4 de noviembre. El gobernador rechazó que la de Ramiro fuera un crimen de Estado e insistió que se aplicará la ley a todo aquel que la transgreda, porque yo no justifico bajo ninguna circunstancia el uso de las armas. Yo soy producto de la democracia, y se podría haber justificado el uso de las armas en épocas del autoritarismo, la verticalidad y de la falta de democracia, pero ahora no, insistió.