El ex guerrillero tupamaro, favorito en la segunda ronda electoral
Miércoles 25 de noviembre de 2009, p. 22
Montevideo, 24 de noviembre. Los dos candidatos a la presidencia en la segunda vuelta electoral de Uruguay buscaban este martes el voto clave de los indecisos, cinco días antes del comicio, para evitar tener un flanco débil que sería decisivo.
El favorito José Mujica, un ex guerrillero tupamaro que busca mantener a la izquierda en el poder, al que llegó por primera vez en 2005, llevaba su campaña al interior del país luego de presentar a los miembros del que sería su equipo económico.
Su rival, el ex presidente Luis Alberto Lacalle, del conservador Partido Nacional (blanco), permanecía en Montevideo buscando vitales votos que acorten la ventaja que le lleva el representante del izquierdista Frente Amplio.
Mujica lidera las encuestas de intención de voto con una ventaja de entre seis y 10 puntos porcentuales sobre Lacalle, con un alto 10 por ciento de indecisos.
En un duelo entre veteranos batalladores, ambos contrincantes políticos también programaban cuidadosamente sus apariciones en público para no repetir pasadas declaraciones que luego les resultaron un tiro en el pie.
Con escasos argumentos para eventuales cambios en la exitosa política económica del saliente presidente Tabaré Vázquez, que goza de niveles récord de popularidad en 71 por ciento, ambos aspirantes prometieron una línea similar de conducción.
Mujica, de 74 años, buscó descalificar la gestión neoliberal de su rival durante su presidencia, entre 1990 y 1995, y su percibida anterior actitud elitista.
Lacalle, de 68 años, ha tratado de presentar al candidato oficialista como poco confiable en cuanto a la estabilidad, además de criticar el problema de inseguridad pública que vive el país sudamericano, que se ha agravado durante la gestión del Frente Amplio.
Mujica reiteró que continuará la actual política económica iniciada bajo la batuta de su compañero de fórmula y ex ministro de Economía Danilo Astori, que evitó que Uruguay cayera en recesión por la crisis global.
El candidato, que no ha causado preocupación en los inversores pese a tener una línea mucho más extrema que la del moderado Vázquez, insistió también en la necesidad de captar más inversiones para impulsar el crecimiento.
La economía uruguaya creció en los últimos seis años y, según subrayó Astori, está diversificando sus exportaciones basadas en materias primas agropecuarias.
Lacalle, que ha tomado el problema de seguridad como su principal arma, presentó sus propuestas para el área rodeado por ex ministros del Interior blancos y del Partido Colorado, la otra corriente política histórica del país.
En el acto realizado el lunes, el ex presidente volvió a atacar una supuesta falta de firmeza del gobierno del Frente Amplio para enfrentar los crecientes delitos violentos que azotan al país de 3.3 millones de habitantes.
Entre las propuestas del Partido Nacional para combatir la inseguridad se incluyeron la reducción de la edad de imputabilidad de los menores, la creación de una guardia nacional y mayores penas para los delincuentes reincidentes.
Unos 2.56 millones de uruguayos están habilitados para votar y el candidato ganador asumirá la presidencia el primero de marzo.