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Gladiola Orozco y Michel Descombey rechazan formar parte del consejo artístico

Desata polémica el anuncio del INBA de crear compañía de danza contemporánea

Sorprende que no hubo recursos para el desaparecido BTE y quieren formar ese grupo, dicen

Coreógrafos y bailarines coinciden en tachar de unilateral la decisión del instituto

 
Periódico La Jornada
Martes 24 de noviembre de 2009, p. 5

El anuncio oficial de la creación de la Compañía de Danza Contemporánea de México, que realizó la semana pasada la titular del Instituto Nacional de Bellas Artes, Teresa Vicencio, provocó polémica entre el gremio de esa disciplina en el ámbito nacional por la conformación de su consejo artístico y la escasa información respecto de la visión estética y artística del proyecto.

Los coreógrafos Michel Descombey y Gladiola Orozco fueron invitados a participar en el consejo artístico el mismo día en que la directora del INBA emitió las declaraciones, pero los creadores rechazaron la propuesta debido a la desaparición forzada del Ballet Teatro del Espacio.

En entrevista, Descombey cuestionó la idea de crear esa compañía: no entendemos cómo supuestamente no había recursos para el BTE, que desapareció, y ahora nos sorprende mucho que van a formar un grupo dancístico.

En un comunicado dirigido a Sergio Ramírez, subdirector general del instituto, los coreógrafos indicaron: nos quedamos algo sorprendidos del contenido de su oficio del 18 de noviembre y lamentamos las declaraciones de la directora Teresa Vicencio en la conferencia de prensa que ofreció este mismo día, en relación con nuestra posible participación en el consejo de una Compañía de Danza Contemporánea del INBA, cuya creación anunció y de la que ignoramos todo.

La respuesta de Descombey al instituto fue: no aceptamos, no podemos y no queremos ser parte de ese consejo. Asimismo deploró que se realizara el anuncio de su participación en el proyecto sin que les consultaran.

El coreógrafo explicó que el proyecto de una compañía de danza contemporánea, subsidiada por el gobierno, es complejo porque existen diversos estilos, a diferencia del ballet clásico.

Coreógrafos y bailarines coincidieron en que la decisión de crear una agrupación de danza contemporánea mexicana se hizo de modo unilateral y a espaldas del gremio, aunado a que el instituto desconoce que la riqueza de la danza contemporánea radica en la diversidad de propuestas y la libertad de creación.

Primero es la situación del gremio

La coreógrafa y directora de la compañía Delfos, Claudia Lavista, dijo que es fantástico que se asignen recursos a la danza contemporánea mexicana, pero primero el INBA debería resolver la situación del gremio.

“Serán muchos recursos económicos destinados a beneficiar a un grupo muy reducido de personas, ya que pretenden usar el mismo modelo de la Compañía Nacional de Teatro, donde se manejan bastantes millones.

Nuestro descontento no es que destinen recursos a la danza, sino que no exista un consenso con el gremio para saber cuáles son las realidades en estos momentos y de los patrones de producción que se utilizan y en qué hace falta invertir. Lavista deploró que el INBA proponga un proyecto cuya visión estética y artística no está definida.

Adriana Cataños, Gregorio Fritz, Gabriela Medina, Miguel Mancillas y Mario Villa consideran que es necesario iniciar un diálogo fructífero y propositivo para enriquecer el quehacer dancístico, sobre todo en momentos de crisis cuando los recursos deberían dirigirse a fortalecer y promover la producción coreográfica.

A su vez, Rossana Filomarino expresó que la idea es buena, pero deberían consultar también a la comunidad dancística. Dijo que hace mucha falta en el país una compañía sólida de danza.

Tenemos muy buenos bailarines, unos cuantos coreógrafos buenos y otros que por ahí van apuntando. Una compañía nueva que tenga resuelto el problema básico, que es la sobrevivencia, podría mejorar el panorama de la danza en México. Ahora es muy difícil exigir un trabajo de calidad porque los bailarines ya no tienen tiempo para ensayar en el foro y muchas veces las obras se hacen al vapor, y la calidad, cada día se pierde más.