Tegucigalpa, 22 de noviembre. El Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Honduras (Cofadeh) denunció este domingo el incremento de las amenazas de muerte, los arrestos y la persecución contra los opositores al golpe de Estado, en vísperas de las elecciones.

El Cofadeh manifestó, en un comunicado, su preocupación por el deterioro de los derechos humanos y alerta a la comunidad internacional de que la dictadura prepara una feroz represión contra el pueblo durante los comicios del 29 de noviembre. Prueba de ello es el inusual despliegue de efectivos del ejército y la policía y de grupos paramilitares para custodiar las mesas electorales, denunció el Cofadeh.

Las fuerzas de seguridad adquirieron nuevos equipos para la represión, como un vehículo blindado que llegó este fin de semana vía marítima al país para dispersar manifestaciones con chorros de agua combinada con químicos, aseguró.

La unidad antimotines cuenta con cámaras y un mecanismo para marcar por 48 horas a quien reciba una descarga de agua, informó el diario Tiempo.

En las principales carreteras de Honduras agentes mantienen retenes en los que han sido detenidas decenas de personas. Mientras, el presidente de facto, Roberto Micheletti, amenazó con castigar severamente a quienes llamen a no votar en los comicios, que son considerados ilegales por el Frente contra el Golpe de Estado, que aglutina a varias organizaciones populares.

Cualquiera que salga en los medios de comunicación y convoque a no votar, lo vamos a enjuiciar, dijo Micheletti, cuyo régimen no ha sido renocido por la comunidad internacional.

El presidente constitucional, Manuel Zelaya, fue secuestrado por militares encapuchados y llevado a la fuerza a Costa Rica el 28 de junio.

Después de dos intentos infructuosos por regresar, volvió de manera sorpresiva al país el 21 de septiembre y este fin de semana cumplió dos meses en la embajada de Brasil, rodeado de un fuerte dispositivo militar y policial.

Al cierre de esta edición, se informó que una bomba de escaso poder estalló debajo de un vehículo frente a una iglesia evangélica que apoyó el golpe de Estado y que será centro de votaciones en las elecciones de la próxima semana. No hubo reporte de víctimas.