Jueves 19 de noviembre de 2009, p. 7
Los Ángeles, 18 de noviembre. Tiana se llama la primera princesa negra de factura Disney, que finalmente recreó un clásico infantil entre el jazz y el zydeco de Nueva Orleáns, corazón cultural de la comunidad afroaestadunidense, que con Barack Obama de presidente empieza a ver esfumarse algunos tabúes.
The Princess and the Frog, dirigida por John Musker y Ron Clements, que llamarán en algunos países en español Tiana y el sapo, no es la única heroína diferente para los clásicos de Disney, pero sí la primera a la que sin ser caucásica le dan un principado de fantasía ambientado en Estados Unidos.
Anteriormente la indígena Pocahontas (1995), conquistada por el colono inglés John Smith, y Jasmine (de Aladino, en 1992) llegaron al celuloide de la mano del mismo estudio, pero la primera se recreó en las tierras canadienses de la tribu powhatan y la segunda es parte de los cuentos árabes de Las mil y una noches.
La producción, bajo las órdenes de Randy Newman –postulado al Óscar por Cars y Toy Story, entre otras–, empezó mucho antes de que el nombre de Obama destacara como favorito a ocupar la Casa Blanca.
La película estará en los cines de Estados Unidos desde el 11 de diciembre, tras un estreno en Nueva York y Los Ángeles el 25 de este mes.