Martes 17 de noviembre de 2009, p. 15
Con el fin de satisfacer en las próximas décadas la demanda alimentaria de la población nacional, los cultivos deben ser más resistentes a plagas y herbicidas y necesitar menos agua para su producción, requerimientos que cubre la biotecnología, afirmó el coordinador de asuntos internacionales de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Víctor Manuel Villalobos Arámbula.
Se estima que en 2030 el país tendrá 121 millones de habitantes, por lo que cada año se requerirán 241 millones de toneladas de productos agrícolas y se consumirán 4.5 millones de toneladas más de productos pecuarios y un millón de pesqueros, dijo.
Si se toma en cuenta el cambio climático, la degradación ambiental, la mayor competencia por tierra y agua y los altos costos de energía, habrá que recurrir a la biotecnología, insistió.
Consideró que en el próximo lustro aumentará la superficie de cultivo de variedades transgénicas y el número de países que las sembrarán, por lo cual México no se puede quedar al margen del uso de esa herramienta para garantizar la seguridad alimentaria.
Villalobos Arámbula, recientemente electo presidente del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, expuso que la liberación al medio ambiente de organismos genéticamente modificados representa un reto para México, pues se debe garantizar la aplicación de medidas de bioseguridad que reduzcan riesgos al ecosistema.