Carlos Slim, uno los hombres más poderosos del planeta
También El Chapo figura en la lista
Ni las luces de políticos mexicanos
mérica Latina, la región más desigual del planeta (con altos índices de pobreza, a la vez que con una riqueza envidiable entre la comunidad de naciones), carece de liderazgo y representatividad a nivel internacional, aunque dos personajes de la política regional dan la cara y alcanzan ciertas consideraciones. Para el caso mexicano, cómo estará la ausencia que dos empresarios –dedicados a mercados distintos– tienen mucho mayor poder interno y a nivel mundial que quien supuestamente debería tenerlo (el inquilino de Los Pinos). El primero aparece entre los seis personajes más poderosos del planeta, mientras el segundo ocupa el escalón número 41, y el de la residencia oficial ni siquiera de refilón es mencionado entre los últimos.
Aparte de su ya tradicional inventario anual de ricos entre los ricos, Forbes hizo circular ayer su reporte especial sobre la gente más poderosa del mundo (The World’s Most Powerful People), en la que aparecen relacionados líderes políticos y religiosos, empresarios y banqueros, locutores y productores, todos nativos de cualquier parte del mundo, menos de América Latina, excepto cuatro personajes: dos mexicanos, otro brasileño y uno más venezolano (Felipe Calderón ni como mal chiste es mencionado).
Carlos Slim no sólo es el hombre más rico de México y el tercero a nivel internacional, sino que de acuerdo con Forbes ocupa el escalón número seis en lo que gente poderosa en el mundo
se refiere. Sólo es superado (no en riqueza, sino en poder) por Barack Obama, presidente de Estados Unidos; Hu Jintao, presidente de la República Popular China; Vladimir Putin, primer ministro de Rusia; Ben S. Bernanke, presidente de la Reserva Federal estadunidense, y la dupla Sergey Brin-Larry Page, fundadores de Google. Pero, ¡sorpresa!, en la posición 41 un distinguido mexicano que todos buscan: Joaquín El Chapo Guzmán, el mero mero del cártel de Sinaloa, entre los más poderosos del mundo, que ya apareció en el inventario de los más ricos del planeta.
América Latina no puede confiarle su representación y el cuidado de sus intereses a Carlos Slim, porque los de este personaje son mayores a los regionales, de acuerdo con el balance de Forbes; menos al Chapo Guzmán, de tal suerte que ese papel deben asumirlo dos mandatarios: Lula, presidente de Brasil, y Hugo Chávez, presidente de Venezuela, los dos únicos políticos latinoamericanos considerados entre los más poderosos del mundo, quienes ocupan los escalones 33 y 67, respectivamente, del citado inventario. Los políticos mexicanos y el grueso de los latinoamericanos ni pichan ni cachan entre los poderosos del mundo. Décadas atrás, el liderazgo mexicano era incuestionable en el contexto latinoamericano y de vez en vez surgía en el internacional. Pero desde que la generación de los gerentes se instaló en Los Pinos, México cada vez pinta menos en el concierto internacional. De allí que dos figuras de la política latinoamericana surjan como los únicos incluidos en el inventario de referencia.
En cambio, la generación de los gerentes logró colocar a un empresario mexicano entre los hombres más ricos del mundo (por mucho que México ocupe posiciones destacadas en lo que a pobreza se refiere) y ahora, de pilón, en el inventario de los hombres más poderosos del planeta (El Chapo también, pero es de aparición más reciente). En cuanto a liderazgo y representatividad, lo lógico sería que uno o varios políticos mexicanos aparecieran entre las cabezas mundiales, pero de dónde. Por parte del gobierno, ¿a Felipe Calderón, Fernando Gómez Mont o Javier Lozano Alarcón? De los partidos políticos, ¿a César Nava, Beatriz Paredes o Chucho Ortega? Del Legislativo, ¿a Gustavo Madero, Manlio Fabio, Carlos Navarrete, Josefina Vázquez Mota, Francisco Rojas o Alejandro Encinas? O del clero, ¿a Norberto Rivera, Millonésimo Cepeda o Juan Sandoval Íñiguez? En el desierto, ¿a quién?
Después de Slim, aparecen Rupert Murdoch, magnate de los medios electrónicos; Michael T. Duke, presidente de Wal-Mart; Abdul Aziz Al Saud, rey de Arabia Saudita; y William Gates III, ahora en calidad de presidente de la fundación que lleva su nombre. Dos estrellas de la tele ocupan los lugares 11 y 12, respectivamente: el papa Benedicto XVI y Silvio Berlusconi. Y un poco más allá otros políticos: Angela Merkel, canciller de Alemania; Hillary Clinton, secretaria estadunidense de Estado; el querido líder
Kim Jong Il de Corea del Norte; Gordon Brown, primer ministro de Gran Bretaña; Yukio Hatoyama, primer ministro de Japón; Manmohan Singh, primer ministro de India; Osama Bin Laden, cabeza visible de AlQaeda; Dimitri Medvediev, presidente de Rusia, y Nicolás Sarkozy, presidente de Francia.
¿Y de México? Pues todo México es de Slim, y lo que no, de El Chapo.
Las rebanadas del pastel
De la lectoría y las inundaciones en Tabasco: “le recuerdo que también en el 2008 hubo una gran inundación. Saldo; cuatro grandes inundaciones en los últimos 10 años, 1999, 2007, 2008 y 2009. Más las que seguirán, pues el plan hidráulico, bien gracias. Recuerdo las palabras de Calderón en 2007: apoyaremos a Tabasco, ‘cueste lo que cueste’. El prometer no empobrece” (MVZ Ernesto Chacón Robles, Villahermosa, [email protected])... Tabasco es un estado sumido en una pobreza y desigualdad que no había visto en los otros sitios donde he vivido. Desde hace tres años radico en Villahermosa y ¡me han pasado tres inundaciones! Parece ilógico que con tantos problemas el estado y el país no hayan hecho nada. Me gustaría agregar un par de comentarios extras: es un estado altamente corrupto y las obras mínimas nunca se hicieron. El desazolve de los ríos es prioritario para que haya espacio para el agua de lluvias que año con año vendrán desde el Petén guatemalteco y Chiapas; de 1999 a 2007 la población ha crecido y como las áreas altas ya fueron ocupadas desde hace 40 años, la gente se ubicó en las zonas bajas, claro con el visto bueno del gobierno. Cuando se presenta la inundación mucha gente es afectada. En 2007 vimos cómo las televisoras hacían sus notas amarillistas de las colonias Gaviotas y Casa Blanca; existen zonas altas cerca de Villahermosa. El aeropuerto está en una de ellas. Es decir a una distancia de entre 10-15 kilómetros es una zona segura, pero está ocupada por amigos y compinches de los políticos y no les interesa vender. Mientras el gobierno no haga una expropiación de estas zonas y cree una ciudad satélite tendremos este mismo problema y drama humano año con año. Una forma de disminuir los problemas de inundaciones en Villahermosa es cambiar la capital a zonas altas. La ciudad de Teapa está cerca de la serranía y debería ser una candidata ideal para que se moviera la capital, y por consiguiente personas y actividades
(Alex Ponce-Mendoza, ECOSUR-Villahermosa, [email protected]).