La aprobación del presupuesto del Instituto Federal Electoral (IFE) oscila entre la insistencia del organismo de que se le otorguen los 6 mil 200 millones de pesos solicitados para enfrentar las tareas derivadas de la reforma electoral y la actualización del padrón, y las descalificaciones de algunos sectores por lo que consideran gasto dispendioso e ineficiente en el sistema de monitoreo. En el IFE existe el temor de que la Cámara de Diputados recorte mil millones de pesos a la cantidad solicitada.

El consejero electoral Alfredo Figueroa consideró que las críticas provienen de entidades afectadas, como Televisión Azteca, que ha sido sancionada en varias ocasiones por incumplimientos detectados por el Sistema Integral de Administración de Tiempos del Estado (SIATE).

Acerca de los 25 millones de dólares gastados en la infraestructura del sistema de distribución de espots y monitoreo, Figueroa opinó que tendrían que evaluarse en función del bien que se tutela, los tiempos del Estado mexicano y ver cuánto cuesta administrarlos. ¿Cuál ha sido la inversión? Es bastante baja si se calcula que anualmente el Estado tiene 3 mil millones de pesos en tiempos de radio y televisión.

Figueroa precisó que en la campaña anterior el valor de los tiempos en medios electrónicos que el IFE debió administrar para fines electorales fue de unos mil millones de pesos. Si estimamos que eso se trata nada más de los tiempos de campaña federal, sin contar los que se administraron antes, ni tampoco los tiempos de las campañas locales, es un parámetro para determinar si es costoso o no.

Paralelamente a la inversión realizada, dijo, el IFE virtualmente creó un censo de estaciones de radio y televisión, con el cual no contaban las secretarías de Gobernación o de Comunicaciones y Transportes, y si lo había era muy deficiente.

Conforme a la reforma electoral de 2007-2008, el IFE tiene la responsabilidad de administrar casi ocho minutos en radio y cerca de seis minutos en televisión diarios en tiempos no electorales. Desde el momento en que se inician las precampañas y durante las campañas, el IFE administra todos los tiempos del Estado, que suman 48 minutos en radio y televisión.

El sistema de monitoreo empezó a operar plenamente a partir de la campaña federal, si bien el instituto debió administrar los tiempos del Estado para campañas locales desde 2008. Para ello contrató empresas privadas que permitieran monitorearlas ante la falta de infraestructura del organismo. Sin embargo, dijo Figueroa, las experiencias fueron realmente malas para la institución.

Una vez instalado, el sistema de monitoreo ha sido sujeto a críticas internas y externas, dado que se ha cuestionado su eficacia y su consistencia. En el primer caso, por la inexistencia de reportes de la transmisión de espots de campaña en los tiempos requeridos para las exigencias del IFE.

Aunque consideró que en general el sistema de monitoreo operó aceptablemente, Figueroa asume la necesidad de perfeccionarlo, pero las críticas no pueden ser, dijo, un argumento para justificar un recorte presupuestal.

Esta semana la Cámara de Diputados determinará si acepta la petición del IFE, que asciende a 9 mil 200 millones de pesos, de los cuales 6 mil 200 corresponden al gasto operativo del instituto y 3 mil a las prerrogativas de los partidos políticos.