En las negociaciones internacionales previas a la cumbre climática de Copenhague, se ve difícil que los países alcancen acuerdos para llegar a un segundo periodo de compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). De no definirse las metas en diciembre próximo, sería hasta 2010, en México, donde se darían resultados.

Barbara Unmüssig, presidenta de Heinrich Boll Stiffung, dijo que los países africanos están muy molestos por el estancamiento en las negociaciones y ya dijeron que si el norte no pone en las mesa propuestas concretas van a boicotear los acuerdos.

Del 7 al 18 de diciembre se celebrará en Copenhague la 15 Conferencia Internacional sobre Cambio Climático, organizada por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, y se prevé que la siguiente reunión se realice en México.

El objetivo de la cumbre, a la cual acudirán jefes de Estado, es definir el siguiente periodo de compromisos, pues en 2012 vence el primer periodo, establecido en el Protocolo de Kyoto.

Actualmente los países realizan reuniones preparatorias rumbo a Copenhague y se ha observado que los industrializados no tienen metas concretas de reducción de emisiones y tampoco dan recursos, agregó Unmüssig.

Consideró, en entrevista, que hay que ser optimistas para pensar que puede haber éxito; la diferencia es que ahí los jefes de Estado van a negociar. Precisó que los dos temas más conflictivos son las metas de reducción concretas y el dinero para adaptación y mitigación.

Destacó que muchas de las metas de los países industrializados están por debajo de lo que se ha propuesto como necesario, pero la Unión Europea (UE) es el único grupo de naciones que ha propuesto reducciones concretas de bióxido de carbono (CO2) con una disminución de 30 por ciento para el año 2020.

El problema, dijo, es que Estados Unidos se queda fuera completamente. Se pensaba que el presidente Barack Obama tuviera propuestas más concretas, pero vemos que las iniciativas legales están estancadas en el Senado de Estados Unidos y no podemos esperar que haya una sorpresa antes de la reunión.

Por su parte, Carlos Gay, director del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, sostuvo en entrevista que en la próxima conferencia habrá más resistencia en el tema de definición de la cantidad de emisiones GEI que deberán disminuir los diferentes países. Los europeos tienen una posición muy decidida en las negociaciones que se realizan en Barcelona; hablan de reducir más de 80 por ciento para 2050, lo cual sería una verdadera hazaña, pero todo depende de que otros países asuman responsabilidades parecidas.

Agregó que naciones en desarrollo, como China, India, Sudáfrica y algunos países árabes, “tienen resistencia para asumir compromisos; van a sentarse en la idea de que en la convención marco no hay responsabilidades de tipo vinculante en relación con medidas para reducir emisiones.

No nos hemos hecho cargo de que hay una responsabilidad muy grande para que el planeta tenga un futuro pasable. México, agregó, tendría que asumir un papel más aguerrido y los países ricos deben reducir más emisiones.