indo espectáculo combinado de reyertas manliopeñistas disfrazadas de política fiscal y terrible demostración felipista de inapreciadas habilidades para enredarse hasta con las cintas de los zapatos que ya no calza. De la chantajista petición de una limosnita del dos por ciento para los pobres, en este trienio tan multiplicados, al ridículo intento por la vía del muñeco de ventrílocuo, Chicharín Nava, de desmarcarse partidistamente de las negociaciones hechas por Carstens, es decir, por el mismo Calderón que pretendía hacerse pasar al mismo tiempo por entregado negociante hacendario y ardoroso disidente panista, en una disociación de diván político que ha instalado a la nación en un interregno sombrío, con una derecha peligrosamente desesperada por su propia incapacidad y asomada en trance hipnótico a los presuntos paraísos de los recursos de la fuerza, de la imposición, del golpe (sobre la mesa, si es que algo de ella queda); con un priismo en temprana división por motivos sucesorios: gobernadores por un lado, con un copete emberrinchado por delante y, por otro, el decisorio enclave senatorial sonorense convertido en el fiel de la balanza provisional, todo ello con una izquierda social difusa, apenas congregada, así sean hoy esas franjas muy activas, en torno a ciertas formas básicas de acción, movidos esos opositores por el influjo de la necesaria defensa del sindicalismo embestido por el felipismo que explora el grado de resistencia de otros, de los muchos otros.

Los priístas se reúnen abiertamente como fuerza dominante, como los jefes que al mando están. Lo que ellos decidan será lo que se haga en este México donde Felipe Calderón ha pasado a ser nada más el personaje torvo y sin horizonte que tiene el mando del maletín con el botón que permite detonar las bombas socialmente atómicas de la provocación y la represión. Ni panistas ni empresarios ven siquiera al presidente de la República que en sus arrebatos de ceguera intencional quisieron inventar: Felipe arremete con todo y contra todo; solitario, marginado, resentido, aprueba en noches líquidas acciones sólidas contra sus presuntos aliados y soportes.

Por su lado, los chuchos saltan sintomáticamente del barco felipillo y tratan de reconstituirse como arrepentida opción unitaria, deseosos de reintegrarse a las filas de la próxima contienda presidencial (con la vista puesta en el próximo montepío), convencidos (oh, sí) de que la compostura profunda del PRD pasa por la mejoría de conducta de los propios practicantes de las viejas formas llamadas Nueva Izquierda. López Obrador convoca a nuevo mitin y nuevo discurso, ahora a las afueras del Senado, cada vez más con el tiempo político apremiando en pos de acciones y proyectos reales y no solamente oratoria repetitiva. Allí está el ejemplo de Martín Esparza, el dirigente del SME al que las bases empujan sin mucha consideración a la toma de decisiones más fuertes, sabedores los trabajadores de que, hoy, día de medianías es día políticamente perdido. Por cierto, a Esparza, muy oportunamente le han aparecido dos averiguaciones previas de la PGR y el consecuente amago del libramiento de una orden de aprehensión, según nota de Jorge Flores difundida por el noticiero W Radio y luego reproducida por Excélsior. El disidente oficialista, Alejandro Muñoz (todo en el estilo de los calambres judiciales armados contra Gómez Urrutia en el sindicato minero), habría ido a la procuraduría federal a denunciar que Esparza había falsificado documentos, uno para solicitarle a Calderón un aval para que a los trabajadores les dieran un crédito por 3 mil millones de pesos para construir casas y hoteles, y otro para cobrar 138 mil pesos con una factura falsa. El garrote calderónico prepara las tretas procesales que le puedan permitir más delante dar un golpe justiciero contra el dirigente que hoy tan molesto resulta al poder óptico.

Así, pues, la candidatura presidencial priista de 2012 se atravesó al paso del carro desvencijado del paquetazo fiscal que pretendía aparecer como una gran peña afianzada con paredes para soportar el gran caldero en que la nación se ha convertido. El man del lío fue el sonorense, que en la realidad priísta el semitrono es. Quique Gaviotondo (cri cri con copete) quiere dinero para posteriores campañas, al igual que sus demás compañeros que también son invernadores estatales, pero el senador en Fa vio en esa rendija su gran oportunidad de trepársele al figurín mexiquense y aparecer como el presunto desfacedor de entuertos impositivos. El futuro inmediato queda, en tanto, en manos de una comisión tripartita tricolor (senadores, diputados y dirigencia nacional), con Chicharrín Nava como villano provisional, antes de subir de nivel en la política de ventriloquía.

Astillas

Hoy, ante el congreso de Sonora, dirigentes de agrupaciones ecologistas demandarán que se cancelen de inmediato las autorizaciones para siembra de maíz transgénico que el gobierno federal entregó a la empresa Agrobio de México en Huatabampo, Cajeme y/o Navojoa, según denunció Greenpeace... Hernán Cortés podría guiar a los panistas a la reconquista electoral. Terriblemente derrotados en los pasados comicios, los blanquiazules de Jalisco elegirán el próximo 7 de noviembre su nuevo dirigente estatal de entre el senador Héctor Pérez Plazola, quien fue secretario general de gobierno con Francisco Ramírez Acuña, y quien aparentemente lleva la delantera, Hernán Cortés Berumen, quien ha pedido licencia a su cargo de presidente municipal de Tlaquepaque... El noticiero de Joaquín López Dóriga en Radiofórmula fue suspendido 31 minutos antes de su hora acostumbrada de cierre y no un minuto antes, lo cual no cambia en nada la esencia de lo aquí escrito el pasado viernes en la entrega denominada Coartadas efectistas... Y, mientras continúan los apagones, y los senadores reciben hoy a seleccionados opositores al paquete fiscal, ¡hasta mañana!

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