Río de Janeiro, 21 de octubre. Al menos siete supuestos delincuentes murieron en enfrentamientos con la policía registrados hoy en Río de Janeiro, lo que elevó a 33 la cifra de víctimas de los conflictos desatados el pasado sábado por presuntos narcotraficantes en esta ciudad brasileña, que será la sede de los Juegos Olímpicos de 2016.

Los nuevos tiroteos ocurrieron en el contexto de operativos policiales simultáneos en varias favelas de las zonas norte y céntrica de la ciudad, que causaron heridas a por lo menos tres personas sin vínculos con el crimen organizado.

El ambiente de tensión llevó a cientos de familias que viven en las favelas de la región a abandonar sus casas, ante el temor a nuevas batallas entre agentes y narcos o a guerras entre delincuentes.

La ola de violencia en Río deJaneiro se inició el sábado cuando la policía intentó frustrar la invasión de la favela Morro dos Macacos por un grupo criminal que buscaba asumir el control del comercio de drogas en la barriada, en manos de una facción rival.

Durante la batalla, criminales abatieron a disparos un helicóptero policial, causando la muerte de tres agentes. Además, tres civiles perdieron la vida cuando el coche en que estaban fue alcanzado por balazos disparados por narcos.

Además de los tiroteos, los habitantes de la favela Sao Joao, vecina a Morro dos Macacos, vivieron horas de pánico por rumores de que narcos del cerro vecino planeaban invadir su comunidad.

Según un portavoz de la comunidad, más de la mitad de los habitantes de Morro dos Macacos y de dos favelas vecinas abandonaron sus hogares desde ayer.

La policía militarizada, sin embargo, dijo que no hay indicios de actividad de delincuentes en la región. La policía está alerta para contener cualquier acción, aseveró el portavoz de la corporación, el mayor Oderley Santos.

Según el balance oficial, en los operativos realizados en los últimos días en favelas de la zona norte, alrededor de 30 personas fueron detenidas y se han decomisado drogas, armas y municiones.