La Secretaría de Salud del DF y la Cofepris se delegan la responsabilidad de verificar
Documentados, 15 mil casos de personas afectadas por inyecciones modelantes: experto
Jueves 22 de octubre de 2009, p. 35
En México, la demanda por hacerse una cirugía plástica ha crecido. Médicos certificados practican 300 mil intervenciones al año, lo cual coloca al país en el segundo lugar de América Latina por el número de intervenciones estéticas. La cifra negra de operaciones incluso clandestinas, calculan especialistas, sería de 50 por ciento más, y es en éstas en las que se usan sustancias adulteradas para abaratar costos, o bien, materiales inadecuados como modelantes.
El presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, José Antonio León Pérez, informó que la asociación tiene documentados 15 mil casos de personas afectadas por la aplicación de inyecciones modelantes, cifra que puede llegar a 50 mil, estima. El nivel de edades de quienes se someten a estas intervenciones es de 16 a 36 años, y por cada cinco mujeres hay un hombre.
Setenta por ciento de los casos de aplicación de modelantes, indicó León Pérez, fueron realizados por esteticistas, cosmetólogos o seudomédicos; el otro 30 por ciento fueron médicos generales que, con pequeños cursos o diplomados, lo practican. Esto, dijo, no lo regula ninguna autoridad sanitaria.
José Luis Haddad Tame, médico cirujano del Hospital General de México, alertó sobre los graves riesgos que implica la aplicación en el organismo de sustancias no biodegradables, que se ha convertido en un problema de salud pública. Las manifestaciones del daño pueden darse de dos semanas hasta 18 años después de la intervención.
En casos atendidos por Haddad Tame se ha tenido que amputar algún miembro, pero hay situaciones, comentó, en que nos vemos imposibilitados de resolver y el paciente muere
.
En la ciudad de México, las clínicas de cirugía estética se registran como cualquier establecimiento mercantil. Su operación no está regulada. En las delegaciones políticas, para abrir un negocio de este tipo sólo se requiere el permiso de uso de suelo comercial, declaración de apertura y visto bueno de seguridad y operación. El giro y su regulación competen a las autoridades de salud
, se informó.
En torno a quién debe verificar su funcionamiento, existe un disenso entre las autoridades locales y federales. Ambas –Secretaría de Salud del Distrito Federal y Comisión Federal para la Protección de Riesgo Sanitario (Cofepris)– se delegan la responsabilidad aunque, a decir de los cirujanos, las dos tienen competencia.
La Comisión de Salud y Asistencia Social de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal presentó un punto de acuerdo para exhortar a la Secretaría de Salud local, a la Procuraduría General de Justicia capitalina y a la Comisión Nacional de Riesgo Sanitario a que lleven a cabo “los operativos necesarios para detectar y sancionar los establecimientos y clínicas donde se realicen procedimientos estéticos que no cuentan con autorización”.
Mauricio Tabe Echarte, diputado local del Partido Acción Nacional (PAN), señaló que con la verificación a los negocios también se podrá emprender un diagnóstico de su funcionamiento, porque actualmente no se cuenta con ello. “Tenemos conocimiento que hay spas, clínicas y hospitales que no cuentan con la autorización sanitaria, y el riesgo es que lo practique gente que no cuenta con formación profesional. Además, los informes dicen que utilizan material que no es el apropiado.”
Otro punto grave, destacó el legislador, es que hay centros de belleza que se disfrazan y operan como hospitales; por ello se debe investigar y dejar claro que hay un riesgo de salud que atenta contra la vida de la gente que acude a estos centros.
En tanto, en la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, instancia donde se presentan las quejas por negligencias, en lo que va del año no llegan a 30 las denuncias por asuntos relativos a cirugías plásticas, pues sólo se atienden los casos de médicos con cédula profesional.
