La promotora y activista renunció a la dirección de la feria del libro del Zócalo
elitistaque popular: Paloma Sáiz
Programas como el de fomento a la lectura están en riesgo, alerta junto con Taibo II
Miércoles 21 de octubre de 2009, p. 4
La renuncia de Paloma Sáiz tras dos años como coordinadora de Fomento a la Lectura y directora de la Feria Internacional del Libro del Zócalo de la Ciudad de México, abre un debate acerca de la gestión de la titular de la Secretaría de Cultura capitalina, Elena Cepeda, así como sobre las capacidades de ésta y sus políticas en materia de promoción cultural, de corte más elitista
y de rechazo al trabajo con sectores populares
Ese planteamiento de Sáiz, quien ayer por la tarde entregó su renuncia en la sede de la Secretaría de Cultura, fue compartido por el escritor y promotor cultural Paco Ignacio Taibo II, su esposo, asesor informal y, desde hace 10 años, impulsor de programas de fomento al libro y la lectura en apoyo al gobierno de la ciudad de México.
Sáiz y Taibo II advirtieron además sobre el riesgo en que se encuentran varios de los programas de promoción del libro y fomento a la lectura –considerados como exitosos– ante el tipo de política cultural que Cepeda pone en práctica.
Diferencias profundas
En el documento entregado, del cual distribuyó copias ayer por la mañana, durante una conferencia de prensa en su casa, en la colonia Condesa, Sáiz aclara que renuncia porque en la práctica he sido marginada de la feria del libro
.
Explica en el texto que se ha hecho pasar su eliminación
como directora como un problema de discrepancias personales
respecto de la reanudación de la feria del libro tras su interrupción de dos días ante la manifestación del jueves 15 en apoyo a los electricistas.
En la charla con periodistas agregó que ella sí participó en esa manifestación y que, en cambio, habría que preguntar si Cepeda hizo lo mismo.
En el texto en torno a su marginación por parte de Cepeda, señala: Lo que esconde esta medida es intentar romper el proyecto original de esta novena edición: una feria del libro que discutiera América Latina y las diferentes expresiones de la crisis en México a través del mundo de los libros
.
Reitera que estuvo en favor de desmontar la feria para dar paso a la marcha. “Pero a la propuesta de reiniciarla el lunes siguiente, argumenté que no se podía tomar a la ligera una decisión como ésa, que significaba un brutal incremento del presupuesto y que había que estudiar la manera de reprogramarla; que se necesitaba claridad en las fechas y se debía mantener un buen nivel de difusión del encuentro editorial.
“La respuesta fue nombrar a una serie de personas ajenas al grupo original para que coordinaran foros, invitados, programa, logística. Se trataba, ni más ni menos, que de un pequeño golpe de Estado, argumentando que yo me ‘negaba a reabrir la feria’.”
Cuenta Sáiz que el conflicto entre ella y Cepeda lleva seis meses y tiene que ver con diferencias profundas respecto de la política cultural que se desarrolla en la secretaría, que han significado para mi gestión centenares de obstáculos, choques y trabas burocráticas
.
Precisa que los diversos programas de fomento a la lectura no cuentan con un presupuesto operativo de la Secretaría de Cultura, sino sólo con fondos federales conseguidos desde la Cámara de Diputados.
“No han merecido la menor atención (de Cepeda), no son prioritarios, no merecen ser escuchados, no hay funcionario que los recorra y vea desde abajo lo que está sucediendo, y a cada rato son amenazados con su exterminio, sin ningún argumento ni balance previo, como sucedió con Letras en Rebeldía o como pende la amenaza sobre los tianguis Para leer en Libertad.
“Para Leer de Boleto en el Metro, un programa modelo para muchas otras ciudades del mundo –como Bogotá–, está detenido desde hace dos meses por no resolver problemas presupuestales, y eso no le ha preocupado a la dirección.”
Pluralidad por la derecha
En la charla, Sáiz dijo que Cepeda se opuso a la presentación en la feria del libro Los pasos de AMLO, de Martí Batres, y que cuestionó planteamientos de políticos perredistas como Inti Muñoz y José Alfonso Suárez del Real por oponerse a los recortes al presupuesto para cultura.
En contraste, agregó, Cepeda propuso que, como una forma de apertura, se invitara a la feria del Zócalo al escritor peruano Mario Vargas Llosa. Pareciera que la pluralidad es válida si va por la derecha, pero no lo es si va por la izquierda
, comentó.
También recordó la oposición de Cepeda a la Ley del Libro de la ciudad de México, aprobada por la Asamblea Legislativa del DF, considerada un avance para la promoción de la lectura.
Paloma Sáiz dijo que desde fuera
continuará la defensa de los programas de fomento a la lectura y que buscará seguir en esa tarea por medio de otras dependencias del gobierno capitalino, lo cual secundó Taibo II.