El cuarto Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México (DOCSDF) ofrece un escaparate de cómo ven nuestro país los realizadores de este género, cuál es la nación que cuentan, qué temas les interesan. Está presente, por mencionar algunos, el trabajo rural infantil, la migración vista desde la perspectiva de los que se quedan, el proceso de autonomía de las comunidades chiapanecas, la guerra sucia y la búsqueda de justicia, el arte en los muros oaxaqueños y el caso de las Granjas Caroll. Buena parte de los documentales se alejan de la mirada pedagógica e informativa y buscan contar la historia a través de recursos narrativos que antes se asociaban más con la ficción.

Los herederos (Eugenio Polgovsky, 2008), única cinta mexicana en competencia en la sección internacional, retrata niños en varias regiones rurales que trabajan de pastores, jornaleros agrícolas, tejedoras y leñadores, entre otros oficios. La cinta ganadora de dos premios Ariel no tiene diálogos y la cámara está a la altura del pequeño.

Los que se quedan (Juan Carlos Rulfo y Carlos Hagerman, 2008), en competencia en la sección iberoamericana, ofrece un viaje por cinco estados y cuenta la migración a través de quienes se quedaron. Se plantea cómo es posible que alguien que tiene tierras no pueda vivir de ellas, y que cerrar cajas en algún lugar de Estados Unidos implique una mejor oportunidad económica.

12.511 Caso Rosendo Radilla, herida abierta de la guerra sucia en México (Berenisse Vázquez y Gabriel Hernández, 2008), en competencia en la sección de documentales mexicanos, ya ha servido para difundir la historia del dirigente comunitario guerrerense detenido por militares en un retén, en 1974 y la búsqueda de justicia de familiares de desaparecidos políticos. El caso de Radilla es paradigmático de la guerra sucia y fue analizado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

También sobre la guerra sucia y la búsqueda de justicia se proyectará Bajo el mismo sol, de Shula Erenberg, como parte de la sección en competencia de documentales mexicanos.

Las cintas mexicanas reunidas en DOCSDF (www.docsdf.com) también retratan el cine, la música, el muralismo, el grafiti y esténciles. Voces tras los muros: Siqueiros (Jorge Andrés Araiza, 2008), en competencia en la sección de cortometrajes internacionales, ofrece reflexiones del muralista en su propia voz.

El muro (Rosa Amelia Salcido y Armando Garduño) trata acerca del arte que apareció en las paredes de las calles oaxaqueñas durante el movimiento magisterial y popular en 2006. Se proyecta como parte de la sección Resistencia, dedicada a documentales en torno a la violación y lucha por la defensa de los derechos humanos en distintas partes del mundo y que no está en competencia.

También presenta historias de personajes como la pareja de maestros jubilados que decide viajar por México compartiendo con la gente su gusto por la astronomía, contada en El viaje del cometa (Ivonne Fuentes, 2009, en competencia en la sección iberoamericana.

Algunos filmes son continuación de algo que llamó la atención de los medios de comunicación durante unos días y luego quedó en el olvido, como una población de Veracruz que tuvo que dejar su pueblo tras el desgajamiento de unos cerros, pero más adelante a muchos no les queda más que regresar. Esta historia se cuenta en Barranca Grande (Miguel Ángel Díaz, 2009), en competencia en la sección de cortometrajes mexicanos.

Memoria en blanco (Alex Albert, 2009) trata sobre el movimiento de los doctores en 1964.

Por otro lado, en la sección Archivo Bi100 se presentan Mujeres de la Revolución Mexicana (Ana Cruz, 2009), Ferrocarrileros (Julio Pliego, 1959), México bárbaro (Óscar Menéndez, 1967), Memorial del 68 (Nicolás Echevarría, 2008) y El color de la tierra (Colectivo Miradas, 2001).