La prueba, para saber si el virus sigue circulando y confirmarlo en hospitalizados, nada más
ya no importa cuántos casos más hay: Córdova
Al presentarse síntomas en personas con factores de riesgo debe darse tratamiento inmediato
Domingo 18 de octubre de 2009, p. 33
Los servicios de salud de los estados de la República trabajan con deficiencia en el registro de casos y decesos ocasionados por la influenza A/H1N1. No siguen los lineamientos para la atención clínica de los pacientes y tampoco en la realización de las pruebas que confirman la presencia del virus, admitió el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos.
Por eso, aunque las entidades ya cuentan con los equipos de laboratorio que determinan si se trata de la nueva gripe, la estadística tiene un retraso de entre 15 y 20 días. Señaló que las muestras para análisis se están tomando a diestra y siniestra
, cuando el protocolo diseñado en la Secretaría de Salud (Ssa) plantea que deben obtenerse en 10 por ciento de los enfermos que llegan a la unidad médica y procesarse en los siguientes dos días.
Respecto a las defunciones, también existe un retraso de alrededor de 10 por ciento en la información. La cifra oficial acumulada es de 263 muertes, pero en realidad ya podría ser de 300.
En entrevista, luego de inaugurar las actividades de la semana de la salud en el Centro Deportivo Chapultepec, el funcionario anunció que en los próximos días cambiará la forma de reportar el comportamiento de la pandemia, porque ya no importa cuántos casos más hay
. Las pruebas de laboratorio servirán para ver si el virus sigue circulando en el país y confirmar su presencia en los pacientes hospitalizados: nada más.
Con base en las previsiones respecto a la cantidad de mexicanos que podrían infectarse con el virus A/H1N1, el número podría ser hasta de 5 mil por día. Actualmente ya se confirman mil casos diarios; además están aquellos portadores de la cepa que no presentan síntomas, o bien, tienen la enfermedad pero se curan sin necesidad de acudir a los servicios de salud.
Ahora, explicó, es más importante observar el índice de letalidad y evitar que se incremente. Para ello, el sistema nacional de salud debe obtener pronto el diagnóstico y dar el tratamiento de manera oportuna.
Córdova mencionó que se ha insistido a los médicos para que, ante la presencia de síntomas de influenza en personas con factores de riesgo, prescriban el tratamiento antiviral de inmediato en lugar de esperar a la realización de la prueba confirmatoria.
Otra recomendación es evitar los antibióticos, principalmente si no existe certeza de que se trate de una infección bacteriana. Administrar antibióticos es el peor error y ya se ha visto que muchos de los enfermos graves que están hospitalizados tomaron algún medicamento de este tipo durante tres a cinco días. Se mejoraron un poco, pero luego vino la recaída, de donde es muy difícil rescatarlos
.
Comentó que en el Consejo de Salubridad General se analiza la posibilidad de reforzar el control para la venta de antibióticos, a fin de que la presentación de la receta médica sea obligatoria.
En el caso de individuos que presenten síntomas de influenza pero sin factores de riesgo (diabetes, embarazadas, niños menores de cinco años, obesos mórbidos o con afecciones respiratorias como asma) sólo se les debe indicar el consumo de antihistamínicos (para el control de síntomas de la gripe) y verlos al día siguiente a fin de verificar que hayan mejorado.
De no ser así, ya se pueden tomar otras decisiones como realizar una medición del nivel de oxígeno en sangre y, en su caso, optar por la hospitalización, aseveró.
Respecto al retraso en la confirmación de los casos de influenza A/H1N1 en los servicios estatales de salud, el secretario comentó que las excusas son diversas. Desde que las muestras se toman fuera de los hospitales, o a veces son muy poquitas y tienen que esperar a juntar más para realizar el estudio de laboratorio.
Aseguró que desde hace 15 días se pidió a las entidades federativas que mejoren su desempeño porque forma parte del control de la pandemia. De no hacerlo dentro de las próximas dos semanas, la Ssa evaluará dejar de enviarles los reactivos para la realización de los estudios, porque no tiene caso hacer pruebas a diestra y siniestra
, ni tampoco las pruebas rápidas.
Dijo que desde el inicio de la pandemia, en abril, se han realizado más de 100 mil análisis de laboratorio. Cada uno vale entre mil 500 y 2 mil pesos; en cambio el tratamiento con Oseltamivir cuesta de 300 a 350 pesos. Por eso, insistió, es mejor administrar el medicamento a los pacientes que lo requieran.