Controversia constitucional por caso Banamex-Citigroup, buen paso, pero tardío, dice
Un fracaso
, proceso de privatización del sistema: investigaciones galardonadas por el CEEY
Sábado 17 de octubre de 2009, p. 25
México es uno de los pocos países que han permitido la extranjerización de la banca, y las estadísticas demuestran que ésta es una de las que menos recursos prestan a las actividades productivas al grado de que se ubica en el lugar 102 en el mundo, aseveró Jesús Silva Herzog, ex secretario de Hacienda.
En todos los países del mundo el sistema bancario representa un instrumento fundamental en el financiamiento del desarrollo y eso no lo estamos viendo en México
, aseveró en entrevista, luego de participar en la entrega del premio Manuel Espinosa Yglesias 2009 a tres investigaciones sobre la privatización de la banca.
Silva Herzog calificó de un buen paso
la controversia constitucional que interpondrá el Senado de la República ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para definir la situación jurídica de las instituciones financieras que cuentan con participación directa o indirecta de algún gobierno extranjero, como es el caso de Banamex-Citibank, capitalizado por el gobierno de Estados Unidos debido a la crisis económica y lo cual fue considerado legal por la administración de Felipe Calderón.
No obstante, el ex funcionario lamentó que los legisladores se hayan tardado
en tomar dicha decisión encaminada a recuperar para México un banco tan importante como es Banamex, ya que recordó que desde hace cinco meses tanto él como Francisco Suárez Dávila, ex subsecretario de Hacienda y ex legislador por el PRI, recomendaron aprovechar la coyuntura para hacerlo.
Ahora, advirtió, resultará muy difícil lograrlo toda vez que Citigroup no quiere desprenderse de su filial en México y trata de conseguir dinero para comprar las acciones que están en poder del gobierno de Barack Obama, mismas que representan el 34 por ciento de su capital.
Miembro del jurado para seleccionar las tres investigaciones galardonadas este año por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), Silva Herzog refirió que los autores premiados coincidieron en sus trabajos en que la privatización de la banca se realizó de manera oscura, irregular y discrecional
, además de que resultó un fracaso porque no se cumplieron con los objetivos fijados, como contribuir al desarrollo económico del país.
También miembro del jurado, Alejandro Guevara Sanginés dijo que la crítica se hizo extensiva al rescate de la banca con la crisis de1994-1995, así como su posterior extranjerización, ya que de 18 bancos privatizados sólo subsiste uno y el resto fue absorbido o fusionado con otras firmas hasta lograr casi su total extranjerización
.
El primer premio del CEEY fue para Irma Eréndira Sandoval del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM con el trabajo Crisis, rentismo e intervencionismo neoliberal
; el segundo correspondió a Rubén Chavarín de la Universidad de Guadalajara con la investigación Banca, grupos económicos y gobiernos corporativos
, mientras que el tercer lugar fue ganado por el ex subsecretario de Hacienda, Suárez Dávila, con el trabajo La reprivatización fracasada: tragedia nacional en tres actos
.
En alusión al planteamiento de este último trabajo, Guevara Sanginés sentenció que la tragedia de la banca es la tragedia del desarrollo nacional
y mencionó que su privatización contribuyó al colapso que implicó la crisis de 1994, con la socialización de una deuda pública que se disparó hasta representar 20 por ciento del producto interno bruto (PIB).
Los bancos en México están vinculados a grupos empresariales y corporativos, a los que suelen transferirle recursos en perjuicio de los accionistas minoritarios y depositantes, sin que existan contrapesos al respecto.
En entrevista, Irma Eréndira Sandoval dijo que el modelo de banca que se ha mantenido en México ha representado altísimos costos para el desarrollo económico del país
ya que antes de la privatización financiaba tangencialmente
algunos sectores productivos, protegidos y cercanos a los banqueros, pero ahora está más vinculada a las prácticas de rentismo
pues sólo recoge los recursos de los depositantes.