La Sinfónica de Michoacán interpretará dos de sus obras en la Sala Nezahualcóyotl
Viernes 16 de octubre de 2009, p. 4
Aunque su música ha sido interpretada incluso en el extranjero, aún es muy poco lo que se conoce en México sobre la vida y la obra del compositor michoacano Paulino Paredes (1913-1957).
Sin embargo, su trabajo ha sido comparado con el de los grandes autores del nacionalismo, como Carlos Chávez, Silvestre Revueltas y José Pablo Moncayo
, refiere Arnulfo Paredes, hijo del creador, quien basa su aseveración en lo que le han expresado algunos músicos y especialistas.
El investigador, quien se ha dado a la tarea de recuperar, restaurar y promover las obras de su padre, se muestra orgulloso y feliz porque la Orquesta Sinfónica de Michoacán incluyó en su más reciente disco compacto un par de obras de este compositor, el cual lleva por título sólo el nombre de la agrupación.
Dicho álbum fue presentado hace unos días en la ciudad de México, como preámbulo del concierto que la sinfónica michoacana –dirigida por su titular, Eduardo Sánchez-Zúber– ofrece hoy en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario.
Este nuevo material aparece luego de siete años de la más reciente grabación realizada por esa orquesta. Está integrado por obras infaltables del repertorio nacional: Sensemayá, de Revueltas; Huapango, de Moncayo, y Danzón número 2, de Arturo Márquez.
De igual forma incluye un popurrí de música tradicional michoacana, en arreglos de Armando Granados, así como fragmentos de danzas sinfónicas de West side story, de Leonard Bernstein. Las piezas de Paulino Paredes son Espalda mojada y Cañón huasteca.
Estas obras del michoacano representan una importante recuperación, pues dan a conocer a un muy interesante y talentoso compositor, un orquestador maravilloso, con música original
, según el pianista Gustavo Rivero Weber, titular de la dirección de música de la Universidad Nacional de Autónoma de México (UNAM).
El funcionario universitario adelantó su interés de solicitar ésas y otras partituras al heredero del autor para incluirlas en la biblioteca de la Orquesta Filarmónica de la UNAM y eventualmente programarlas dentro de las temporadas de la agrupación.
Por recuperar obras inéditas
Durante la presentación del mencionado disco, el director Eduardo Sánchez-Zúber esbozó la posibilidad de incluir en el repertorio de la sinfónica michoacana más obras de Paulino Paredes, y así estrenar las que permanecen inéditas, recuperar las que se tocaron hace varias décadas y, quizás grabar un álbum monográfico.
Arnulfo Paredes, por su parte, explicó que el desconocimiento que existe en torno a la obra de su padre se debe a la decisión de éste de emigrar hacia Monterrey, con lo cual se alejó de las orquestas que hubieran podido tocarlo, y así sus composiciones quedaron guardadas en cajas 40 años después de su muerte
.
El investigador ubicó a Paulino Paredes como alumno de Miguel Bernal Jiménez, de quien abrevó el conocimiento de la música religiosa europea.
Mi padre compuso muchos motetes y misas; también tenía habilidad para hacer música sinfónica y por ello fue becado para estudiar en Europa, lo cual, tristemente, no pudo hacer porque el día que debía zarpar su barco de Veracruz hacia ese continente, comenzó allá la guerra
, agregó el especialista.
Paulino Paredes es de la época nacionalista, aunque su estilo llega pocas veces al folclorismo. Sí se notan en su música raíces europeas, producto de su educación, pero tiene su propia voz. Su obra es comparada con la de los grandes del nacionalismo, aunque será el público quien decida si está en ese nivel.
Es, rubricó su hijo, un compositor que nació en Michoacán, se formó en Monterrey y está ya listo para darse a conocer en México y el resto del mundo
.