Los radiodifusores que migren de la banda de amplitud modulada (AM) a frecuencia modulada (FM) tendrán que pagar una contraprestación de entre 9 mil y hasta 7.5 millones de pesos por hacer uso del espectro, anunció la subsecretaria de Comunicaciones, Gabriela Hernández Cardoso, al precisar que la fórmula para determinar dichos montos se basó en el cobro de 50 centavos de pesos por oreja; de esta manera, en unas semanas más migrarán 33 estaciones del primer paquete estructurado.

La funcionaria dijo que en el caso de las concesiones vencidas no se puede hacer nada por el momento, de tal forma que continuarán operando hasta que el gobierno encuentre el mecanismo para regularizar su situación.

Antes de su participación en la edición 51 de la Semana de la Industria de la Radio y la Televisión, Gabriela Hernández detalló que la fórmula para definir la contraprestación por migrar de AM a FM considera el tipo de estación de que se trate y la población en la que se ubique, además de que se fijó un precio de 50 centavos por oreja.

Cualquier fórmula iba a ser absolutamente subjetiva y discrecional porque hoy no se cobra el espectro. Decidimos que era un término que se entendía y en esos 50 centavos se incluyen diversos factores como tipo de estación, voltaje y población. Ésta es una contraprestación novedosa porque la radio paga con tiempos fiscales, sociales, cadenas nacionales, esta fórmula viene a redondear el concepto de la contraprestación.

Concesiones vencidas

Los dos temas pendientes de definir son el uso que se dará al espectro que hoy usan las estaciones de AM, lo que lleva al tema de radio digital; y definir lo que va a pasar con las concesiones vencidas.

Por lo pronto, señaló la funcionaria, la frecuencia de AM seguirá operando, por las condiciones geográficas y orográficas del país, que no permiten llevar hasta muchas comunidades la señal de FM.

También antes de participar en el acto convocado por la CIRT, el consejero electoral Marco Antonio Gómez Alcántar dijo que el monitoreo de espots del Instituto Federal Electroral (IFE) no puede desaparecer, pero sí mejorarse hasta conseguir que emita reportes al momento, como hacen los monitoreos que hay en el mercado, ya que “hasta ahora no tenemos reportes de la elección de 2009.

Es cierto que el monitoreo ha tenido muchas dificultades,; todavía no reúne los elementos que se requieren para que sea una herramienta oportuna y sobre todo certera porque ha sido muy deficiente en lo que se refiere a la operación o a la emisión de reportes, dijo, pero consideró que en cuanto se depure se convertirá en una herramienta que dará certeza y generará mayor orden.

Destacó que los radiodifusores siempre han sido aliados naturales del IFE, por lo que de manera coordinada se tiene que trabajar para tener una ley más práctica que no represente tantos costos para ellos, lo que cual puede lograr, dijo.

Gómez Alcántar dijo que en la relación con los miembros de la CIRT se debe aplicar lo aprendido en materia de radio y televisión a lo largo de la administración de seis procesos electorales en 2008, una elección federal en 2009 y dos locales que permitieron saber que se necesita una ley más práctica que genere menos cargas a los concesionarios.

Los costos electorales

Pasadas las elecciones de 2009 analistas electorales criticaron la operación del monitoreo del IFE, al que se dedicaron aproximadamente 25 millones 745 mil dólares, a fin de verificar la transmisión de 23.5 millones de espots por radio y televisión, lo que representa un incremento de 2 mil 793 por ciento respecto de los 810 mil espots difundidos en 2006, cuando tuvieron lugar la elección presidencial y la renovación del Congreso, por lo que los ciudadanos estuvieron expuestos a un promedio de 233 mil mensajes al día.

En 2006, año de elección presidencial y renovación del Congreso, se difundieron 810 mil espots.

Destacaron que a pesar de que el órgano electoral está obligado a hacer públicos los resultados del monitoreo por lo menos cada 15 días, los reportes de los 150 centros de verificación fueron parciales y desactualizados.

Aseguraron que el IFE dilapidó más de 420 millones de pesos en la adquisición de software e instalación de infraestructura para el Sistema Integral de Administración de los Tiempos del Estrado (SIATE), pues el subsistema de verificación automática de espots no arrojó un solo reporte durante el periodo de campaña.

Aunado al alto costo de las elecciones, y en particular las de 2009, consideradas las más caras de la historia de México, está el gasto de los consejeros del IFE, quienes en 2008 se aumentaron el sueldo en 20 por ciento mientras que el incremento para los sectores productivos fueron de apenas 4.5 por ciento.