La fotografía es un fenómeno antropológico mayor, cuya historia y estudio no puede limitarse sólo al análisis e interpretación de la imagen. Es necesario tomar en cuenta las condiciones técnicas y el sistema de producción que la hacen posible.

Mientras no se incluya la totalidad de los factores que contribuyen a la puesta en obra y fabricación de cada imagen fotográfica, esa disciplina seguirá siendo un concepto incierto, subordinado a la imagen.

Esta es la idea esencial que –explícita o implícitamente– atraviesa los 16 ensayos del primer volumen del nuevo libro del teórico francés Michel Frizot, El imaginario fotográfico, cuya primera edición ve la luz en español antes que en su lengua original.

Ese trabajo es resultado de la recopilación de ponencias, textos para catálogos y exposiciones que según el autor tienen en común una teoría que no se enuncia palabra por palabra, pero está dispersa en cada ensayo a lo largo de todo el libro.

Con este volumen, editorial Almadía inicia su colección Serieve, cuyo objetivo es reunir los ensayos más destacados en el estudio de la imagen.

En una primera etapa, nuestro catálogo se concentra en los teóricos, filósofos y críticos que luego de autores como Walter Benjamin, Roland Barthes y Susan Sontag han realizado novedosas aportaciones teóricas a la reflexión sobre la fotografía.

La colección, señalan los editores, está dedicada a aquellos fotógrafos, ensayistas, profesores, artistas y lectores interesados en profundizar en el análisis e interpretación de la imagen.

El imaginario fotográfico fue presentado anteayer en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), en presencia del autor, acompañado por el especialista mexicano Alfonso Morales, director de la revista Luna Córnea, y por Mónica Herrerías, responsable de la colección.

Divergencia entre ojo y cámara

Michel Frizot hizo una larga exposición sobre algunos de los aspectos que conforman su teoría.

Subrayó, por ejemplo, la gran ruptura que representó la aparición de fotografía, la cual abrió un campo inédito en la producción de imágenes. Hasta entonces, el concepto imperante era la antropofactura, es decir, la construcción de imágenes a mano; en oposición a este concepto, la fotografía dio lugar a la tecnofactura.

Esto, señaló el prestigiado teórico francés, modificó radicalmente la relación de los seres humanos con las imágenes.

A pregunta expresa de Alfonso Morales, Michel Frizot explicó que el concepto central de su reflexión es lo que llama régimen fotográfico, con lo que se refiere de manera integral al modo de producción fotográfico, incluidos sus mínimos detalles.

El régimen aparece con la fotografía, pero es aplicable al cine y la televisión.

En otra parte de la charla, en la cual Morales fungió como entrevistador, Frizot también abordó temas como la objetividad fotográfica, la fotografía digital, el destino cultural de la fotografía, el aspecto científico de la historia de la fotografía y la decepción que siempre nos produce la fotografía, en tanto que nunca podrá ofrecernos todo lo que esperábamos o queríamos observar.

Asimismo, Michel Frizot refrendó su crítica a la imprecisión continuamente repetida que rodea la analogía entre el ojo humano y la cámara: hay una total divergencia.

En cuanto al título del libro, sostuvo la idea de que, con el tiempo, los aspectos técnicos y físicos de la fotografía, independientemente de la imagen, han ido forjando un imaginario.

Puso como ejemplo el que se deriva del término negativo, que tiene resonancias más allá del objeto que describe.