Con un cálido, fraternal y prolongado aplauso fue recibido por el público de pie el sacerdote, poeta y militante sandinista Ernesto Cardenal, la tarde de este domingo en la foro general Mario Benedetti de la Feria Internacional del Libro del Zócalo, donde a manera de retrospectiva poética leyó una serie de poemas.

En poco más de media hora, uno a uno, cortos y largos se fueron sucediendo los poemas, algunos en tono reflexivo, otros combativos, otros más en los que se entretejen su vocación espiritual y la resistencia guerrillera.

De camisa blanca, boina negra, barba y pelo largo y blanco, el poeta nicaragüense, el hombre comprometido con las justas causas sociales de su país, en voz viva comenzó con una serie de epigramas, poemas de su juventud, de amor, de enamoramiento, tributo a la belleza de las mujeres que amó o conoció. Poemas en los que juega con el lenguaje y las emociones.

La lectura continuó con La cigarra, cuyo tema gira en torno a la resurrección. Asimismo leyó 2 a.m., hora en la que se leen los salmos dentro del monasterio, pero hora también en la que afuera la vida se vuelve efervescente con las fiestas, la violencia, el amor y la lucha social.

Cardenal, quien también ha denunciado el sufrimiento y la explotación que sufre la población de los países de América Latina, es uno de los más destacados exponentes de la teología de la liberación, lo cual se ve reflejado en Salmos (1964) y Oración a Marilyn Monroe, poema este ultimo también leído en el recital poético y que el propio autor explicó: Cuando estuve en Colombia estudiando el sacerdocio recibí la noticia de este icono sexual y por eso este poema es un rezo para que sea recibida por el Señor, ofreciendo argumentos para que sea aceptada.

Dar la vida es entregarse al futuro

El repique de las campanas de la Catedral Metropolitana coincidió con la voz del poeta, cuando éste leyó otro de sus poemas de carga más reflexiva, sobre cómo empezó a identificarse con el Frente Sandinista de Liberación Nacional. En otro de los seminarios donde estudiaba para sacerdote, luego de ser llamado por la Corte para ser interrogado, de regreso en una lancha, me inspiró una reflexión la lucha de los campesinos, la de los prisioneros, niños, mujeres y ancianos. Dar la vida es entregarse al futuro.

Para concluir, en respuesta a la pregunta de una joven poeta, Cardenal explicó: Trato siempre de escribir una poesía que se entienda, y muchos poetas, sobre todo jóvenes, escriben una poesía que no comunica nada, una poesía onírica, surrealista, hermética. Si no escriben algo que se entienda, por qué entonces se sorprenden de que no los lean. Deben escribir cosas que se entiendan y verán así que sí le interesan al pueblo.

Como fue recibido, así fue despedido, de pie, con un cálido, fraternal y largo aplauso.