Domingo 11 de octubre de 2009, p. a16
A la familia de Eduardo Nicol –filósofo catalán refugiado en México durante la Guerra Civil Española– se le agradece el empeño de publicar la versión facsimilar de un texto de filosofía que data de 1946, pero como todo clásico sigue vigente en términos de reflexión y orientación del presente y el futuro de la nación.
Aunque el eje del libro es explicar la evolución de la idea del hombre
en la filosofía griega, Nicol (1907-1990) dedica un amplio segmento de su texto a la filosofía política y es aquí de donde se pueden extraer algunas lecciones para los problemas actuales del país que lo acogió.
La política es un acto racional, opción por la vida, expresión de la conducta individual en una comunidad, basada en normas.
La acción política conduce a la reforma, a la revolución, a la redistribución del poder y de las fuentes de bienestar (...) Cuando, en Grecia, el individualismo se degradó en su etapa de máxima acentuación, y llegó a producirse ese desinterés por los destinos de la comunidad, entonces terminó la vida política de los griegos y su independencia nacional
, asimilados por Roma.
Para un país como México, donde priva el individualismo y la idea de que todo es objeto de libre comercio, es pertinente la afirmación de Nicol en el sentido de que en todo Estado, la decadencia es siempre el resultado de la desintegración de la voluntad colectiva en innumerables voluntades, a las que nada cohesiona y sólo persiguen fines individuales
.
Las grandes creaciones humanas son individuales, reconoce, pero la historia enseña que sólo se producen en la plenitud de la vida colectiva
. Una lectura actual en momentos en que se cierne de nuevo la amenaza de la privatización de la industria energética nacional
Título: La idea del hombre
Autor: Eduardo Nicol
Editorial: Herder
Número de páginas: 493