icente Fox puso al yunquista Francisco Javier Salazar Sáenz a atender con sentido bélico al sindicato minero encabezado por Napoleón Gómez Urrutia (con los desastrosos resultados para el país que son tan evidentes) y Felipe Calderón colocó a otro yunquista, Luis Felipe Bravo Mena, como receptor de la solicitud de audiencia personal que el Sindicato Mexicano de Electricistas le ha hecho y que ayer le fue a entregar a Los Pinos en el marco de una movilización numerosa y significativa.

Amagos mutuos en el primer round, de tanteo, entre los trabajadores que han ido delineando una estrategia simultánea de resistencia y acoso al poder, y la facción calderonista que pretende usar minuciosidades selectivas de derecho laboral para desaparecer a Luz y Fuerza del Centro, con lo que cree posible abrir el camino a una suculenta privatización y disolver con visos  de ejemplaridad a una organización sindical que no se ha alineado con el proyecto felipillo como lo han hecho los organismos oficialmente representativos de los profesores, con la jefa Elba Esther, los petroleros, con el aliado Romero Deschamps, y los residuos ferrocarrileros administrados rapazmente por el siempre premiado y promovido Víctor Flores.

No sólo fue la marcha pública que logró abrir Los Pinos a una comisión representativa que fue atendida con amplitud por un funcionario palacie- gamente importante y no por un burócrata de trámite. En las cámaras también se mostró la solidaridad activa con los trabajadores en riesgo, y el carácter sabidamente autoritario y represivo del secretario del Trabajo, Javier Lozano, ha sido puesto sobre la mesa de discusión como una forma de combatir la política laboral absurda del propio Felipe Calderón sin reñir directamente con él.

Falta mucho por ver. Pero el episodio de ayer parece mantener el asunto en el terreno de la política y el diálogo, sin desbarrancarse (todavía) en la provocación y la violencia. En las condiciones del desastre nacional y el emberrinchamiento múltiple del PPP (presunto presidente del país), no es poca cosa que un conflicto de tal magnitud todavía transite sobre rieles pacíficos.

Astillas

El héroe represor de Oaxaca y Atenco, Ardelio Vargas, quien es el primer civil en presidir la comisión de la Defensa Nacional de la Cámara de Diputados, dijo ayer “que es necesario dotar a las fuerzas armadas de más fuerza legal “ y de nuevas atribuciones constitucionales. En relación con tal comentario puesto por este tecleador en Facebook, el ex diputado federal Alfonso Suárez del Real (quien fue miembro de la mencionada comisión) agregó: “La imposición de Ardelio Vargas forma parte de los perversos manejos de Genaro García Luna por supeditar al Ejército a su mando. Resulta difícil de comprender que en el reparto de comisiones se haya privilegiado a este ‘civil’ proclive a obedecer la voz del ‘productor’ de la guerra calderonista, el mencionado GGL, por encima de quien fue subsecretario de Defensa Nacional, el general Francisco Armando Meza Castro. Si se revisa la historia de la comisión de Defensa Nacional se verá que en momentos álgidos (la Segunda Guerra Mundial, la huelga de ferrocarrileros, el movimiento estudiantil del 68) se incrementó la presencia de diputados militares. Ahora, en pleno fragor de la batalla y ante el amago de capitulación calderonista (en su decálogo de septiembre, Felipe colocó la guera en contra del narco en el número nueve de sus prioridades, luego de tres años de tenerla en el primer lugar) asciende a la presidencia de la comisión de la Defensa Nacional un ex funcionario represor que obtuvo su impunidad por medio del fuero legislativo, lo que preconiza que la supeditación de nuestras fuerzas armadas a la voluntad de García Luna va viento en popa”... El 20 de octubre de 2007 fue asesinada la estudiante de preparatoria Itzachel Shantal González López, de 16 años de edad, en el Instituto Salesiano de San Luis Potosí. Aun cuando sospechas e indicios apuntaban desde un principio a que la autoría de ese crimen estaba en el ámbito eclesiástico que dirige la escuela, el gobierno panista de Marcelo de los Santos, clerical a más no poder, mantuvo el asunto sin asomo de castigo. Con la llegada del gobernador semipriísta, Fernando Toranzo, las cosas parecen cambiar: el martes se anunció que se tenía una orden de aprehensión contra el presunto responsable y el miércoles se entregó voluntariamente el sacerdote católico José Carlos Contreras Rodríguez. Según el secretario de Gobierno, de apellido Durón (el actual procurador de justicia se llama Cándido), la orden de aprehensión había sido girada desde el 25 de agosto y estaba en uno de los cajones del escritorio del anterior procurador de Justicia. A pesar de que la escena del crimen había sido alterada, editados los videos de vigilancia, y amenazados y agredidos los investigadores que se asomaron sin consigna al asunto (en www.lajornadasanluis.com.mx/2009/10/08/pol3.php puede ser leído un recuento del caso) el ex policía potosino Julio Ceballos, luego de indagaciones particulares que ordenó en un libro, dio a conocer el 23 de octubre de 2008 que el responsable era el sacerdote Contreras Rodríguez y que había sido auxiliado por otras cinco personas relacionadas con los salesianos. Isaac Cárdenas, quien escribió el prólogo de Shantal, asesinato en el Salesiano, elaborado por Ceballos, aseguró que estaba demostrado el contubernio entre el gobierno marcelista y jefes de la Iglesia católica. Ambos denunciantes fueron agredidos días después; a Ceballos le tocó un machetazo en la cabeza. El sacerdote Contreras dice ser inocente y quien ahora le enfrenta, el procurador Cándido, era asesor legal del propio Instituto Salesiano cuando sucedieron los hechos y las manipulaciones. En San Luis Potosí hay temor de que, a fin de cuentas, el desenlace actual sea una maniobra, mediante el truco de los expedientes intencionalmente mal armados, que permita exculpar al cura siempre protegido... ¡Feliz fin de semana!

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