En México se requiere una inversión de unos mil millones de dólares para garantizar la digitalización de 100 ciudades, lo que permitiría el acceso de miles de personas a infraestructura, servicios y contenidos tecnológicos, afirmó Mariano Gamboa Zúñiga, coordinador general de Servicios de Tecnología de la Información y las Comunicaciones del Centro de Investigaciones y de Estudios Avanzados (Cinvestav), del IPN.

Al participar en la Conferencia Latinoamericana 2009: Sociedad de la información y el conocimiento, reconoció que otro de los retos es el desarrollo y la consolidación de un modelo para educación a distancia, pues aún se plantea como una iniciativa de cada institución educativa y no como una propuesta nacional. Advirtió que aún falta atender a 3.5 millones de jóvenes que no pueden acceder a las aulas universitarias.

El especialista subrayó que la crisis económica no puede ser un obstáculo para dejar de invertir en nuevas tecnologías de comunicación, pues se corre el riesgo de perpetuar el rezago. Si hoy enfrentamos un escenario financiero complejo, en parte se debe a las acciones que realizamos y que nos dieron malos resultados. Es claro que no podemos seguir el mismo camino.

Los retos

En el encuentro ,que reunió a científicos de Francia, Colombia, Brasil y México, José Luis Gordillo Ruiz, jefe departamental de la Dirección General de Cómputo Académico de la UNAM, señaló que nuestro país enfrentan grandes retos para impulsar el desarrollo de conocimientos de punta en ciencias computacionales.

Destacó que llegar a la lista del Top 500 –que incluye el registro de supercomputadoras potentes y rápidas en todo el planeta– requiere de inversión y planificación. Afirmó que la máxima casa de estudios ocupó la posición 126 dentro del Top 500, con la supercomputadora KanBalan en 2007, pero el avance tecnológico es tan rápido que cada vez es más difícil permanecer en la lista, la cual se actualiza dos veces cada año.

Por ahora, sólo la supercomputadora de la Universidad Autónoma Metropolitana se ubica en esa lista en la posición 224, pero aún falta verificar si permanece entre las mejores 500, porque hay cambios rápidos ante el avance tecnológico, indicó.

Destacó que adquirir una supercomputadora requiere de una inversión de varios millones de dólares, a los que debemos sumar recursos para instalaciones eléctricas y enfriamiento, que también son costosas.