Los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia oficializaron ayer el resurgimiento de un frente opositor de izquierda, que elaborará de inmediato propuestas de paquete económico en las cuales rechazará la aplicación de más impuestos y acordará alianzas electorales para los comicios de 2010 a 2012.

Tras casi dos años de alejamiento, los presidentes de los tres partidos, Jesús Ortega, y los senadores Alberto Anaya y Luis Maldonado, respectivamente, restablecieron su relación política para formar una alianza, que no necesariamente continuará bajo las siglas del Frente Amplio Progresista, el cual tiene legalidad hasta el 11 de octubre próximo.

Se mantiene el espíritu de continuar con un espacio de unidad de las fuerzas progresistas. Por lo tanto, vamos a ver qué nueva figura construimos, o si mantenemos la que existe o la enriquecemos. Lo importante es que vamos a hacer un esfuerzo permanente y constante, explicó Jesús Ortega en conferencia de prensa.

Reunidos en el restaurante Mercaderes, en el Centro Histórico de la ciudad de México, los dirigentes partidistas, acompañados por integrantes de sus comités políticos nacionales, acordaron crear mesas de trabajo para cada uno de los temas que incluirán en su agenda política.

Empezarán con reforma electoral y paquete económico, y después la alianza electoral en Oaxaca, cuya negociación seguirá en manos de las dirigencias estatales de los tres partidos.

Ayer ese asunto fue tratado someramente. El senador Alberto Anaya definió que ya hay, en principio, acuerdo por integrar una coalición de centro-izquierda en ese estado (pero) no hemos presentado un debate en torno a la propuesta de incorporar al Partido Acción Nacional.

Luis Maldonado añadió que ese acuerdo está abierto a todas aquellas posibilidades progresistas que potencien, sobre todo, el proyecto ideológico que habremos de suscribir los tres partidos.

En su oportunidad, Anaya expresó que la alianza pugna por un proyecto alternativo de nación, que solucione los grandes problemas nacionales, mientras Jesús Ortega enalteció la importancia de mantener unidas a las fuerzas de izquierda en el marco de una gravísima situación económica y política del país.

Manifestó que dicho esfuerzo se materializará en el Congreso de la Unión, en las entidades de la República, en acciones políticas comunes y en las próximas elecciones locales y federales.

Para esto último, someterán a evaluación los perfiles más competitivos en cada una de las entidades donde habrá comicios y su definición surgirá, principalmente, de encuestas.

En el Legislativo pugnarán por una propuesta común de política económica que confronte a la presentada por el Ejecutivo federal, y también en la idea de avanzar, entre otros temas, en una de reforma de Estado.