La sesión solemne en la Asamblea Legislativa para honrar a las víctimas del 2 de octubre de 1968 devino en confrontación en la que a punto estuvieron de llegar a las manos el vicecoordinador de la bancada del PRI, Israel Betanzos, con el diputado del PRD Alejandro Sánchez, luego de que el priísta Cristian Vargas comenzó a mostrar carteles aludiendo a los linchamientos en Tláhuac y la tragedia del News Divine y el caso de las ligas de Bejarano, cuando el perredista José Luis Muñoz fijaba en tribuna el posicionamiento de su partido.

Luego de dos llamados al orden, Vargas Sánchez –el mismo que tomó una oficina rompiendo el cristal de la puerta–, se subió a su curul con una cartulina en la que escribió: Bejarano y Pedierna son la misma mierda, lo que exacerbó a Sánchez Camacho, quien le gritó salinista y le exigió que se sentara.

“¡Ven y siéntame. Te faltan, puto, te faltan. Na’más guaguaron, puto. Chingue y chingue con el 2 de octubre!”, le gritó.

El espíritu de Díaz Ordaz está hablando en la tribuna, espetó el asesor del PRI Édgar Mereles –quien en la sesión del consejo distrital de Milpa Alta para resolver la elección delegacional intentó golpear a las funcionarias del Instituto Electoral–, y al seguir en la disputa se ordenó a personal de resguardo sacarlo del salón.

Yo aquí soy el que te paga, no te salgas, le ordenó Vargas. Se insistió en un llamado al orden por respeto al recinto, y el priísta soltó: el recinto, ¡madres! Aquí vienen más a que les aplaudan.

Betanzos caminó hacia la curul de Sánchez Camacho, quien fue a su encuentro, y se hicieron de palabras, y debieron ser separados por la presidenta de la Comisión de Gobierno, Alejandra Barrales, y Alejandro Carbajal, ambos del PRD, para que no pasara a más.

Antes, Vargas fijó la posición de su partido pidiendo dejar los acontecimientos del 2 de octubre en las páginas más negras de nuestro pasado; comparó este hecho con la tragedia del News Divine y acusó a las autoridades del DF de ser peores represores que Díaz Ordaz.

Por la mañana, en la Plaza de las Tres Culturas, el secretario de Desarrollo Social, Martí Batres, acompañado de integrantes del Comité Estudiantil de 1968, depósito una ofrenda floral a nombre del GDF e izó la bandera a media asta. Lamentó que a 41 años de la matanza no hay culpables y recordó que los crímenes de lesa humanidad no prescriben.

Más tarde, el dirigente del PRD capitalino, Manuel Oropeza, hizo lo propio y dijo que una forma de honrar a los jóvenes que participaron en el movimiento estudiantil de 1968 es dando una lucha muy firme contra la intención del gobierno federal de reducir el presupuesto a las instituciones de educación superior, como la UNAM, y pedir que se incremente.

También se realizaron ceremonias en las delegaciones. En Azcapotzalco, el delegado Enrique Vargas inauguró una exposición fotográfica con 100 imágenes que incluyen los desalojos de los campus universitarios, las manifestaciones en el Zócalo capitalino, la presencia del ejército en las calles de la ciudad de México y las detenciones de estudiantes.