Lunes 28 de septiembre de 2009, p. 13
La Arquidiócesis de México consideró que en el Congreso de la Unión es donde se han puesto las principales trabas al desarrollo del país en los 10 años anteriores, y acusó que las primeras acciones de la recién instalada Cámara de Diputados están evidenciando el pésimo nivel de nuestros legisladores
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En el editorial de su órgano de difusión Desde la fe, la Iglesia acusó a los legisladores federales de estar más comprometidos con sus intereses particulares y partidistas que con los de la nación y de sus representados.
Falta objetividad, falta creatividad, sobra animadversión y divisionismo. Da pena el nivel de debate por la pobreza de ideas y la abundancia de escenas chuscas que terminan siendo trágicas
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En su semanario, la arquidiócesis que preside el cardenal Norberto Rivera se pregunta si en el fondo de la actuación de los legisladores no está la falta de vocación política, de preparación para el servicio ciudadano y de trayectoria profesional de buena parte de los legisladores, quienes llegan más por influencias, compadrazgos y herencias familiares que por méritos propios avalados por su formación y su capacidad
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Lamentó que imperen los desacuerdos, toda vez que, consideró, el Congreso debe ser un lugar para dignificar la política por medio del diálogo, de las concesiones y de las alianzas en busca del progreso de una sociedad, pero se ha convertido en un espacio de trifulcas sin sentido
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