El Gobierno del Distrito Federal no se opone al cierre del relleno sanitario Bordo Poniente, pero pide que sea de manera responsable y paulatina, mientras se define dónde depositar diariamente 12 mil 500 toneladas de basura sin sangrar sus finanzas, como pretende la Comisión Nacional del Agua (Conagua) al orillarnos a usar los rellenos privados del estado de México.

Al término de su participación en la segunda jornada de la Semana de la Ciencia y la Innovación, organizada por el Instituto de Ciencia y Tecnología, la secretaria de Medio Ambiente, Martha Delgado, explicó que el uso de esas instalaciones significaría pagar tres veces más por cada tonelada de residuos sólidos enviados, al pasar de 40 a 120 pesos, debido a que lo estricto de la norma vigente impide contar con un depósito final en la ciudad.

Por ello estamos obligados a concertar con el estado de México y el gobierno federal para encontrar una solución conjunta, lo que tendría un costo aproximado de mil millones de pesos, que en su mayoría deben ser aportados por esta última instancia, dijo.

Señaló que tenemos una crisis en la recolección de basura, como si no se hubiera recolectado durante 36 horas, pero lo que vemos es un juego de niños comparado con cerrarlo de un día para otro, en forma abrupta y caprichosa.

Sobre el tema, fuentes de la Secretaría de Obras y Servicios señalaron que será la próxima semana cuando se normalice la descarga de residuos en el bordo. Mientras, trabajadores de limpia denunciaron que continúa la aparición de tiraderos clandestinos en el bosque de Tláhuac, Xochimilco, Gustavo A. Madero y Álvaro Obregón, pues las labores de recolección se concentran en Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Cuauhtémoc, donde reciben una mejor paga de los comercios.

A propuesta del Partido del Trabajo, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal solicitó a su vez al gobierno capitalino la entrega de un informe sobre la problemática generada con la recolección de basura en la ciudad y la situación del relleno sanitario Bordo Poniente.