Histórico triunfo del centrista Yukio Hatoyama que prometió una política más social
El premier Taro Aso, del PLD, asume la responsabilidad de la derrota y anuncia su dimisión
Tokio seguirá siendo un estrecho aliado de Washington, asegura la Casa Blanca tras los comicios
Lunes 31 de agosto de 2009, p. 19
Tokio, 30 de agosto. El centrista Partido Democrático de Japón (PDJ) obtuvo una histórica victoria al conquistar dos tercios de los 480 escaños en el Parlamento en las elecciones celebradas este domingo. El PDJ, que liderado por Yukio Hatoyama prometió llevar a cabo una política más social, rompió con 54 años de hegemonía del conservador Partido Liberal Democrático (PLD) del primer ministro Taro Aso, y tiene ahora el reto de lograr la recuperación de la segunda economía del mundo tras la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial.
Hatoyama, de 62 años, rico heredero de una dinastía de políticos comparada a menudo con los Kennedy, dio las gracias a los votantes por su apoyo y aseguró que ahora el principal desafío será convertir esta victoria en la del pueblo, sin ser arrogante
, indicó al conocerse las primeras estimaciones a boca de urna difundidas por los medios de comunicación.
Creo que los resultados electorales reflejan el enfado de los votantes sobre la coalición gobernante. Se percibía que la gente quería un cambio en su calidad de vida y peleamos esta elección por un cambio en el gobierno
, dijo Hatoyama, quien probablemente será elegido para encabezar el gobierno en la semana del 14 de septiembre.
Un político rico
Hatoyama es considerado el diputado más rico del país, proviene de una arraigada dinastía de políticos. Su abuelo fue primer ministro; su padre, ministro del Exterior, y su hermano menor, del hasta ahora gobernante PLD, fue ministro del Interior.
Además, es también descendiente del fundador del fabricante de neumáticos Bridgestone, de donde proviene buena parte de su fortuna.
Con el recuento casi finalizado, el partido de Hatoyama tenía mayoría absoluta con al menos 300 de los 480 escaños que integran el Parlamento, según los primeros datos del escrutinio difundidos por diferentes cadenas de televisión.
La victoria de la oposición desencadenó un estallido de júbilo y un estruendo de aplausos en el cuartel general del PDJ, situado en Roppongi, uno de los barrios de moda de Tokio.
Este lunes el PDJ nombrará un equipo restringido que se encargará de garantizar una transición sin sobresaltos con la administración saliente, siguiendo el modelo estadunidense.
Sin esperar a conocer los resultados oficiales, que serán anunciados esta mañana, el primer ministro Taro Aso, de 68 años, reconoció la debacle electoral y anunció que dejará la jefatura del PLD. Asumo mi responsabilidad y voy a dimitir
, afirmó.
De todos modos Aso, quien últimamente batió índices de impopularidad, seguirá al frente del gobierno hasta el nombramiento de Hatoyama.
A pesar de la inminente llegada de un tifón y del temor a la propagación de la gripe A/H1N1, la participación electoral fue importante. Muchos de los 103 millones de electores inscritos se declararon interesados en los comicios.
A las 16 horas (local), 41.83 por ciento de los 103 millones de electores ya había sufragado, cifra ligeramente inferior a la registrada en los comicios de 2005, que a esa hora era de 42.57 por ciento. Pero cerca de 14 millones de japoneses, es decir, 13.4 por ciento de los electores, ya habían votado por anticipado, mucho más que en 2005 (8.7 por ciento).
El voto por anticipado es posible durante los diez días previos a las elecciones para aquellos que no pueden desplazarse ese mismo día.
Con el PDJ llega al gobierno de Japón un partido que carece de experiencia. Fundado en 1998, la formación está integrada por antiguos miembros del PDL, socialdemócratas y ex sindicalistas.
Hatoyama prometió acabar con la era de una política irresponsable de burócratas
del PDL. El PDJ asegura además que ayudará a los más afectados por la crisis: familias con niños, pensionados, desempleados y agricultores.
En campaña, Hatoyama anunció un aumento en la aportación económica por hijo y el fin de las tasas para las escuelas superiores y las autopistas, así como dar un sueldo mínimo a los agricultores o la pensión mínima.
Asimismo, aboga por reducir las fuerzas militares estacionadas por Estados Unidos en el archipiélago, que ascienden a unos 47 mil soldados, y algunos analistas no descartan que se produzcan tensiones en el futuro con Washington. De igual forma, propone intensificar los lazos con China e India para hacer de Asia el continente fuerte del siglo XXI.
Tras conocerse los resultados de las elecciones legislativas, la Casa Blanca, a través de un comunicado, aseguró que Japón seguirá siendo un estrecho aliado de Estados Unidos.
El presidente Barack Obama expresó su alegría
por desarrollar esa relación cercana con el nuevo primer ministro de Japón
. La declaración oficial calificó los comicios como una elección histórica en una de las democracias líderes del mundo
.
La derrota del partido gobernante, fundado en 1955, acaba con una asociación de éste con las grandes empresas y los burócratas, que convirtió a Japón en un gigante económico tras la derrota en la Segunda Guerra Mundial. No obstante, la estrategia se hundió al romperse la burbuja
económica a finales de la década de los 80. Desde entonces, el crecimiento no ha logrado recuperarse completamente.
Atrás quedaron las épocas de elevados índices de crecimiento y el envejecimiento de la población merma el potencial de la fuerza de trabajo, indicaron algunos analistas.
A ello se suma que Japón está perdiendo protagonismo a escala internacional. China podría ocupar su lugar como segunda potencia económica mundial el próximo año.