El PRD-DF se mantendrá al margen de la negociación entre Clara Brugada y el delegado electo de Iztapalapa, Rafael Acosta, Juanito, sobre la distribución de los cargos de la estructura de gobierno, en tanto que el PT-DF descartó que las diferencias que se han generado entre la perredista y el petista amenacen la alianza para conformar un frente de izquierda en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y la Cámara de Diputados, así como para las elecciones de 2012.

El secretario general del PRD capitalino, Manuel Oropeza Morales, dijo que Juanito tiene el compromiso moral con los ciudadanos de Iztapalapa de pedir licencia para retirarse del cargo, y rechazó la pretensión del petista de entrar a un regateo de cuotas para la integración del gobierno de Iztapalapa.

Explicó que el estatuto del partido prohíbe su intervención en la designación de cuotas, por ser una responsabilidad directa de quien fue electo –en todas las delegaciones–, aun cuando reconoció que hay una serie de liderazgos que hicieron posible el resultado del 5 de julio en Iztapalapa, que espera se reflejen en la integración del equipo de gobierno.

Por su parte, el líder del PT capitalino y diputado local electo, Arturo López Cándido, rechazó que el PT esté detrás de las condiciones que pretende imponer Acosta Ángeles para ceder el cargo a Brugada. Dijo que lo más importante es que la elección en dicha demarcación demostró que se puede avanzar trabajando de manera unida, por lo que más que una pelea por huesos, se debe cuidar la estructura electoral, territorial y la imagen de ambos partidos.

Acosta sí va a poner su licencia, pero también se tienen que resolver sus expectativas. Que ellos discutan, negocien y creo que van a llegar a buenos términos, dijo.

Al respecto, el secretario de Gobierno del Distrito Federal, José Ángel Ávila, informó que ya han tenido reuniones con Acosta en su calidad de delegado electo. No tiene ninguna controversia judicial en curso, por lo que se ha venido incorporando a los trabajos que hemos realizado.

Puntualizó que el gobierno capitalino no está en condiciones de hacer nada, ni de especular sobre la materia (ceder el cargo a Clara Brugada) hasta que el propio jefe delegacional electo tome una decisión al respecto.