Madrid, 24 de agosto. La policía española encontró hoy en el sur de Francia tres nuevos escondites en los que presuntamente la organización armada vasca ETA almacenaba material para la fabricación de bombas, además de armas de grueso calibre y otros objetos como disfraces y placas de vehículos falsas para llevar a cabo atentados.

Desde la detención de tres supuestos miembros del aparato logístico de ETA, el miércoles pasado, se han encontrado diez almacenes clandestinos en los que había más de 700 kilos de explosivos. Los presuntos etarras Aitzol Extaburu, Andoni Sarasola y Alberto Machaín fueron arrestados en el este de Francia, donde permenecían alojados en un departamento turístico y se hacían pasar por veraneantes.

Los detenidos formaban parte del entramado de ETA responsable de abastecer de material explosivo y armas a los comandos que ejecutan los atentados, con lo que tenían en su poder importante información, sobre todo en las tres computadoras que les incautaron.

La policía española mantuvo durante varias semanas un dispositivo de seguimiento a los detenidos, del que habrían obtenido la información necesaria para descubrir en el sur de Francia los diez depósitos clandestinos de material explosivo, con los que la policía presume de haber cortado las líneas de suministro de los comandos.

Uno de los tres zulos encontrados contenía 210 kilos de nitrato de amonio y polvo de aluminio, mientras que en los otros dos había 147 placas de vehículos falsificados.

A pesar del importante golpe a la estructura logística de ETA, la policía española sospecha que hay al menos dos comandos etarras sin ser identificados y abastecidos de material para perpetrar atentados, con lo que el riesgo de una nueva andanada del grupo armado sigue siendo alto.

Entre tanto, el nuevo gobierno vasco, del socialista Patxi López, intensificó la presión contra el entorno de la izquierda separatista radical supuestamente afín a ETA, al recomendar a la ciudadanía que no acuda a los centros de ocio en los que se exhiban fotografías de miembros o presos del grupo armado.

Asimismo, el consejero de Interior vasco, Rodolfo Ares, anunció un endurecimiento de la normativa para la apertura de centros de entretenimiento para no dar permisos a los que tengan relación con el grupo armado. El funcionario pidió a esa parte de la ciudadanía que desgraciadamente se ha acostumbrado a la simbología etarra, que no se dejen vencer por la resignación y la apatía y no entre en establecimientos que exhiban imágenes que enaltezcan a los asesinos o los que amenazan a esta sociedad.

El partido Eusko Alkartasuna (EA) criticó la nueva estrategia del gobierno vasco, al meter en el mismo saco el enaltecimiento del terrorismo y las legítimas reivindicaciones políticas como son el acercamiento de presos o el derecho de autodeterminación.