Sólo quiero caminar, coproducción México-España, se estrenará el próximo viernes
Aunque parece que la cinta se hizo en el contexto de la violencia que se vive en el país, no tiene que ver con ella; el drama radica en cuatro mujeres que deciden vengarse, afirma Diego Luna, el protagonista
Martes 18 de agosto de 2009, p. 8
El realizador español Agustín Díaz Yanes no está en polémica sobre si Sólo quiero caminar, que se estrena este viernes en México, es una cinta para entretener. Lo es, y si se puede, con un poco de suerte, para pensar. Todo el gran cine, el estadunidense y el europeo, que no es mi caso, siempre ha sido para entretener, o si no para disfrutar
, comentó en entrevista.
Agregó: “Al margen de si gusta o no mi película, me encantó filmar en México. Es, junto con Alatriste (basada en el personaje de Arturo Pérez-Reverte y protagonizada por Vigo Mortensen), la cinta que más me ha gustado rodar, porque fue muy diferente. Creo que hicimos planos interesantes que no habíamos desarrollado antes”, dijo el cineasta.
Sólo quiero caminar es una coproducción México-España, de Antena 3 Films y Canana Films. Tuvo un costo de 9 millones de dólares y dura 129 minutos. Se exhibirá con 265 copias.
Díaz Yanes no pudo dejar de lado el comentario sobre un hecho cada vez más recurrente: un grupo de reporteros insistió en preguntar por aspectos personales de los actores protagónicos de la cinta, los mexicanos Diego Luna y José María Yazpik.
Dijo: El mal de nuestros días en el cine se refleja en dos cosas: se hace una película o se escribe un libro y un sector de la sociedad y de la prensa quieren saber de la conexión de esas obras con la realidad. Pero no preguntan por eso, sino por la vida personal de los actores. ¡Me parece horrible!
En la historia, Gloria Duque (Victoria Abril), Aurora (Ariadna Gil), Ana, su hermana (Elena Anaya), y Paloma (Pilar López de Ayala) fracasan en un intento de robo por el que Aurora es detenida y encerrada en prisión. Unos traficantes mexicanos llegan a España y Ana, que se gana la vida de prostituta, es contratada por el jefe de la banda, Félix (José María Yazpik), quien le ofrece casarse con ella e irse a vivir a México, pero en el encierro. Gabriel (Diego Luna) hace los trabajos sucios de Félix, pero con la condición de no hacer daño a ninguna mujer.
Gloria visita a Aurora en la cárcel para despedirse: no tiene otra salida que irse a México, donde Ana le ha conseguido trabajo en los negocios de su pareja. Se da cuenta de los golpes que sufre esta última, y deciden vengarse.
En entrevista, Diego Luna comentó que hacer entender el tema de la película es lo más difícil, pues es el principio de la comunicación. Todas las historias pueden ser buenas películas, pero depende de cómo te las cuenten, del momento en el que llegan, del cómo te las vendan y cómo te acerquen a ellas
.
Aunque parece que la cinta se hizo en el contexto de la violencia que se vive en México, el actor aclaró: “No tiene que ver con la realidad que vivimos. Se hizo un trabajo para dar arraigo a la historia, pero la génesis del drama radica en cuatro mujeres que deciden vengarse.
Parece que quisiera colgarse de lo que sucede afuera, para llamar la atención de la gente.
En la trama hay violencia y lavado de dinero. “Tano (como le dicen al realizador sus amigos) es un tipo que, de sus 10 películas favoritas, nueve son de matones. Ése es el cine que le gusta.
Hay películas que no salen en el momento ideal, pero en el caso de ésta hay muchas coincidencias. Claro que eso no está en el control de quienes las filmamos o de quienes las distribuyen. Tiene que ver con la suerte del cine
, añadió.
Enorme esfuerzo a todos los niveles
José Manuel Lorenzo –quien la produce junto con Eduardo Campoy y Pablo Cruz– expuso: “Esta cinta es producto de un esfuerzo enorme, a todos los niveles; es exigente y fue especialmente cuidada por el director.
No es una cinta española, sino internacional; pero creo que es más mexicana
, agregó.
A su vez, el director no quiso informar cuánto cobró Paco de Lucía para utilizar su composición, la cual da título a la cinta. “Toda mi vida había querido hacer una película con canciones. Sí, es caro, en el caso de esta pieza. Costó mucho. Martin Scorsese es capaz de meter 40 canciones en una película y… era un poco ese ritmo. En Sólo quiero caminar hay otras composiciones, para una banda sonora muy complicada.
“La pieza de Paco de Lucía determinó, más que la dirección, el montaje… para bien”, precisó.