Las personas que con frecuencia tienen sexo sin condón se encuentran en general en mejor salud mental que el resto de la población, según un sicólogo escocés.

Luego de un cuarto de siglo en el cual los gobiernos han exhortado a los adolescentes a usar condón, un estudio del profesor Stuart Brody, de la Universidad del Oeste de Escocia, sugirió que probablemente es la peor manera de evitar un embarazo. La píldora tiene menos probabilidades de causar estrés o depresión en cualquiera de los miembros de la pareja, aseguró.

Aunque sus conclusiones alarmarán a grupos que tratan de combatir la propagación de enfermedades sexuales entre los jóvenes, el profesor Brody aseguró que no es el sexo sin protección el que causa enfermedades, sino el sexo anal, el sexo con extraños que pudieran estar infectados, y el uso de agujas sucias para inyectarse drogas.

“Me interesa la mejor ciencia posible –declaró el sicólogo–. No quiero que nada se interponga, sea la corrección política o la religión. Deliberadamente he evitado usar el término ‘sexo heterosexual’. Mi estudio se refiere a la forma de conducta sexual que resulta relevante desde el punto de vista evolutivo, y a un método específico de anticoncepción, que ni siquiera es el más efectivo.

La evolución no es políticamente correcta, así que de la amplia gama de conducta sexual potencial, sólo hay una que se asocia en forma consistente con una mejor salud física y mental y es la que se vería favorecida por la evolución. No es algo accidental.

Sus conclusiones se basan en una encuesta entre 111 hombres y 99 mujeres de nacionalidad portuguesa, quienes respondieron preguntas sobre su vida sexual. Los resultados sugieren que el sexo relevante desde el punto de vista evolutivo –es decir, el que produce bebés– es una buena forma de prevenir la depresión, las tendencias suicidas y la inmadurez emocional, por lo que un condón se interpone literalmente en el camino de todos esos beneficios conocidos. Los resultados son los mismos en parejas que tienen una relación estable que en heterosexuales que tienen sexo con varias parejas.

Entre las posibles explicaciones de la interferencia del condón con los beneficios para la salud del acto sexual penil-vaginal están el bloqueo de los agentes antidepresivos e inmunológicos del semen y de las secreciones genitales, así como la reducción de la satisfacción sexual y de la intimidad, escribió el profesor Brody en una carta que será publicada en los Archivos de Conducta Sexual.

Sin embargo, allí donde existe un vínculo entre el condón y la conducta emocionalmente inmadura, es posible que el condón no sea la causa, sino el efecto. En un documento de investigación separado, escrito en colaboración con un colega portugués, Rui Miguel Costa, el autor sugirió que las personas que están en relaciones sexualmente insatisfactorias tienen más probabilidades de elegir el condón que formas mejores de anticoncepción, como la píldora.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya