La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) reconoció que existe filtración de información de sus operativos por parte de algunos de sus inspectores. Por ello, no se puede ni se debe informar previamente a las autoridades locales sobre estas acciones, porque entonces no se puede capturar a los delincuentes.

Si yo le aviso al gobernador o alguna autoridad local, lo más seguro es que cuando se llegue ya no estén [los delincuentes], aseguró el director general de Impacto Ambiental y Zona Federal Marítimo Terrestre, Raziel Villegas Núñez.

En conferencia de prensa, convocada para desmentir algunas acusaciones que se han hecho a esta dependencia respecto del operativo desplegado en los hoteles Gran Caribe Real y The Royal, de Cancún, por violación a la ley ambiental, el funcionario federal sostuvo que el factor sorpresa de los operativos está respaldado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación y, por tanto, es una de las herramientas más valiosas que tiene la procuraduría ambiental para hacer estas operaciones.

Sin embargo, subrayó, la filtración de información que existe desde el interior de esta institución no es corrupción, sino parte de la naturaleza humana.

Sí, hay filtraciones. A veces algún inspector le comenta a su compadre que va a ir a tal lado mañana, y a lo mejor ese compadre es amigo de otro señor que conoce al consultor de ese lugar y ya sabe lo que vamos a hacer. Eso pasa aquí y en China, Pero de ninguna manera es lo suficientemente recurrente, grave o alarmante como para empezar a sonar las campanas.

En el otro tema, defendió el operativo efectuado el pasado 30 de julio en dichos hoteles, propiedad del empresario Fernando García Zalvidea, por no respetar la orden de clausura interpuesta por la Profepa por relleno ilegal de playas.

Señaló que la Policía Federal, que desarrolló este operativo, solamente entró para detener a los delincuentes (cinco empleados) que en flagrancia cometían un delito contra la gestión ambiental, al estar violando la clausura.

Cuando los reporteros le preguntaron por qué detener a los empleados –que no hacían otra cosa que cumplir órdenes de la empresa– en lugar de aprehender a García Zalviedea, el funcionario de la Profepa sostuvo que los asalariados estaban cometiendo un delito en flagrancia y  que hay que comenzar por ese último eslabón para ir jalando la cadenita hasta llegar hasta el dueño.

Rechazó las acusaciones emitidas por el gobierno estatal de que el operativo fue excesivo puesto que, según Villegas Núñez, todas las veces que se detiene a delincuentes se hace con la fuerza pública. Asimismo, desmintió que dicha acción federal haya molestado a los turistas y aseguró que la policía se retiró inmediatamente después de las detenciones y los marinos fueron retirados esa misma tarde.