El gobierno del presidente venezolano se deslinda de la agresión; la califica de acción delictiva
La CIDH critica el deterioro
de la libertad de información en ese país, tras cierre de 34 medios
Martes 4 de agosto de 2009, p. 22
Caracas, 3 de agosto. Un grupo de por lo menos 35 personas presuntamente vinculadas a una organización afín al gobierno socialista venezolano atacó hoy aquí a plena luz del día la sede del canal de noticias Globovisión, donde hicieron detonar dos bombas lacrimógenas, golpearon a una agente de la Policía Metropolitana y sometieron a otros custodios para llevar a cabo la agresión sin precisar los motivos.
El gobierno del presidente Hugo Chávez se deslindó del ataque, pero antes el director general de la emisora, Alberto Federico Ravell, responsabilizó al mandatario de lo sucedido, y acusó a la Unidad Popular Venezolana (UPV) y a su lideresa, Lina Ron, de haber perpetrado el ataque que provocó terror y confusión en el inmueble, en el momento en que salía al aire el noticiario de mediodía.
Señor presidente: si usted lo que quiere es asesinarnos, si lo que quiere es acabar con nosotros, hágalo de una vez, pero no mande a su gente a un canal de televisión que prácticamente no tiene guardias armados y que la custodia que tiene es la de Policía Metropolitana por instrucciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
, dijo Ravell.
La señora Lina Ron debe estar presa hoy en la noche con los 50 delincuentes que la acompañaron
, agregó Ravell.
Minutos después, el presidente de Globovisión, Guillermo Zuloaga, dio a conocer fotogra-fías de la incursión del grupo agresor en el que aparece una mujer de cabello rubio, cubierta con una boina roja característica del movimiento chavista, a quien se le identificó como Lina Ron.
Las imágenes fueron captadas por las cámaras de seguridad de la televisora, cuya línea editorial es crítica del gobierno socialista. Autoridades judiciales han abierto varios procesos contra Globovisión por presuntas violaciones al régimen legal de los medios de información en Venezuela, al tiempo que Chávez y altos funcionarios de su administración han cuestionado el respaldo a la próxima ampliación de las instalaciones militares estadunidenses en la vecina Colombia.
El ministro de Relaciones Interiores y de Justicia, Tareck El-Aissami, condenó enérgicamente
la acción delictiva
contra Globovisión, anunció el inicio de una investigación sobre los hechos y anticipó que actuaremos con determinación
, pero evitó adelantar hipótesis sobre quiénes fueron los autores del ataque.
El grupo de agresores llegó alrededor de la una de la tarde a las instalaciones de la televisora a bordo de varios vehículos. Después de la acción huyeron en los transportes sin mayores dificultades.
Dos horas después de los hechos, funcionarios de la policía y la fiscalía llegaron al sitio para recabar evidencias y hacer una evaluación de los daños.
La agresión a la televisora ocurrió tres días después de que la Comisión Nacional de Telecomunicaciones ordenó el cierre de 32 estaciones de radio y dos televisoras regionales –cinco integrantes de una cadena privada que pertenece al presidente de la Cámara Nacional de Radiodifusión, Nelson Belfort– por violar aspectos de la legislación local sobre la materia, como vender estaciones a terceros que no fueron considerados en la concesión originalmente otorgada por el Estado.
La Cadena Nacional Belfort, una de las emisoras que perdieron la concesión, optó por realizar sus transimisiones vía Internet, desde el sábado, pero adicionalmente comenzó este lunes sus labores de difusión desde una plaza pública de Caracas, apoyada con altavoces.
A todo esto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos criticó este lunes el deterioro
de la libertad de información en Venezuela, tras el cierre de 34 radios y los ataques contra los medios contrarios al régimen del presidente Hugo Chávez.