Durante la estancia en Laredo, Texas, de Campo unificado: la frontera, la pintora mexicana Beatriz Ezban planteó que le gustaría que su exposición itinerante de tres años sirviera como telón de fondo para procurar que esto que sucede en la física, donde las diferentes fuerzas interactúan en armonía, también pasara en las franjas divisorias de los países.

Hace unos días, con motivo de la apertura de la muestra en la Casa de la Cultura Hispanoamericana, en Las Vegas, Nevada, que concluye este viernes, el trabajo de Ezban fue objeto de reconocimiento.

En ese acto recibió dos diplomas: uno firmado por el senador Harry Reid, líder de la mayoría demócrata y defensor de la reforma migratoria del presidente Barack Obama, mientras el segundo es del Senado de Estados Unidos, firmado por John Ensign, republicano y también representante por Nevada.

Qué más quisiera uno como artista que la obra sirva para dar pie a esa posibilidad de diálogo y ver en qué termina la reforma migratoria. Debe ser algo que verdaderamente ayude a las personas, porque además ellos reconocen que varios puntos de la economía estadunidense están apuntalados por el trabajo de los migrantes.

Cuando Campo unificado... se abrió en Laredo, asistió como invitado el jefe de la Patrulla Fronteriza. Ezban estaba un poco asustada, sin embargo, tuvimos una conversación muy interesante, pues él me decía que en realidad el cruce de personas en busca de un mejor nivel de vida no es grave, sino muchos otros problemas en la frontera.

Se trata de nueve óleos grandes, dos más pequeños y 10 dibujos hechos con esmalte y plateado, conjunto que vio la luz en 2006 durante una residencia artística que Ezban realizó en Yaddo, en el estado de Nueva York. Dicha estancia marcó un cambio en su trabajo, porque acababa de realizar su exposición Principio de incertidumbre, de índole abstracta, en el Museo de Arte Moderno, de la ciudad de México. Ambas muestras comparten su inquietud por la física.

Ezban reitera el mensaje que intenta dar la muestra: ningún ser humano es ilegal. Agrega: hablaba no sólo de la frontera entre México y Estados Unidos, sino de todas las fronteras con ese tipo de conflictos. Las figuras de los cuadros están un tanto indefinidas, pues quería que fuera el ser humano universal. Es decir, no pintar una cierta nacionalidad.