El presidente de la Comisión de Desarrollo Social, del Senado, el perredista Graco Ramírez Garrido Abreu, consideró que el fracaso de la política social se debe a que ya se agotó el modelo económico impuesto en este país hace 25 años por el presidente Miguel de la Madrid, y continuado con Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón, quienes manipularon los programas sociales y los convirtieron en instrumento electoral.

La política social es una ambulancia que recoge y atiende con una aspirina a los sobrevivientes de la política económica neoliberal, pero para que no mueran se requieren recursos, poner en marcha proyectos productivos, y no continuar con los programas clientelares y manipulables, que ya no sirven. Las cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social y del Inegi muestran que son desastrosos, subrayó, e insistió en que llegó la hora de revisar los programas focalizados que sólo son para crear clientela electoral.

El senador perredista destacó que hay las condiciones para discutir en el próximo periodo ordinario de sesiones, que inicia en septiembre, una reforma a la política social, para construir una política de Estado, y que ya hay acuerdos con el PRI y el PAN, por lo que existen muchas posibilidades de lograrla.

Critican recorte a programas sociales; piden que sean blindados

En tanto, en la Cámara de Diputados el PRI y el PRD criticaron el recorte presupuestal que hizo la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a los programas sociales, y exigieron que se blinden los proyectos dirigidos a apoyar a las familias más pobres del país.

El priísta Héctor Olivares Ventura, presidente de la Comisión de Desarrollo Social de la Cámara de Diputados, destacó la contradicción entre el actuar y el decir de los secretarios de Estado del gobierno de Felipe Calderón, pues mientras la SHCP recorta recursos a los programas dirigidos a indígenas, agricultores y grupos vulnerables, el titular de Desarrollo Social, Ernesto Cordero, asegura que esos programas están blindados.

Olivares destacó los saldos negativos de la política social de este sexenio al señalar que la pobreza alimentaria de la población creció de 13.8 por ciento en 2006, a 18.2 por ciento en 2008, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, y mostró su indignación por el cambio de timón en el uso de los recursos públicos (a obras públicas), más cuando 50.6 millones de mexicanos carece de ingreso para cubrir sus necesidades elementales. Es gravísimo que un programa social no reciba los recursos, pese a que el Legislativo lo determinó en el presupuesto 2009, concluyó.

El perredista Alejandro Sánchez Camacho dijo que aun cuando el gobierno de Calderón tiene facultades para hacer ajustes, no debe aprovecharse de éstas para empobrecer a la gente; es lamentable que tengamos un subejercicio de más de 100 mil millones de pesos y ahora se quite el subsidio a los programas sociales.